Desde el año 2009 la política de Aena se reduce a dos puntos:
1. Privatizar/Regalar los aeropuertos españoles.
2. Destrozar a los controladores aéreos.
Naturalmente el segundo punto es consecuencia del primero. La crisis económica es la gran excusa para acabar con los derechos de los trabajadores y cuando además están en juego miles de millones de Euros en una privatización salvaje y vergonzosa, los trabajadores que están en medio son aplastados despiadadamente por gente sin escrúpulos y un gran bolsillo insaciable que llenar.
Los controladores aéreos estamos siendo sometidos al mayor acoso político, social, judicial y laboral que se haya visto jamás en España. Y nos invade una profunda tristeza al ver que la mayoría de la engañada y manipulada sociedad española aplaude a los verdugos y se ceba con las víctimas. España hoy en día parece el país del mundo al revés.
Pero los controladores aéreos somos uno de los eslabones más importantes de la cadena de seguridad en el mundo de la aviación, y las cadenas se rompen siempre por el escalón más débil. El reciente informe PRR – Performance Review Report, publicado por Eurocontrol, que es la agencia europea encargada de la gestión del tránsito aéreo en la mayoría de Europa, es absolutamente escalofriante. En él se dan cifras de incidentes y accidentes por país. En el año pasado en España sucedieron 47 incidentes de categoría A y 95 de categoría B. Los incidentes de categoría A son los de máxima gravedad y suponen un riesgo extraordinario para la aeronave o aeronaves implicadas; los de categoría B son aquellos que sin haber llegado al riesgo extraordinario de la categoría A, también suponen un riesgo cierto al no haber quedado garantizada la separación.
Siempre se ha dicho que el avión es el medio de transporte más seguro, pero la persona que tome un avión o sobrevuele España actualmente, debería pensar si cerca de una cuasi colisión a la semana y cerca de dos incidentes también semanales, en los que la separación no ha quedado garantizada, define a un medio de transporte verdaderamente seguro. Para hacernos una idea de lo que representa ésto, no hay más que comparar con otros países europeos:
Número de incidentes de categoría A por país durante todo 2010 (salvo que se especifique otra cosa):
Reino Unido: 0 – República Checa: 1 – Armenia: 0 – Noruega: 3 – Bélgica: 5 (dato de 2009) – Bulgaria: 0 – Chipre: 0 – Alemania: 4 (dato de 2009) – Turquía: 2 – Francia: 14 (con 1 millón más de vuelos durante el año) – Estonia: 0 – Italia: 38 (suma de categoría A + B) – Finlandia: 11 (total sin clasificar la categoría) – Grecia: 11 (suma de categoría A + B) – Hungría: 26 (total sin clasificar la categoría) – Letonia: 2 (total sin clasificar) – Eslovaquia: 0 – Malta: 4 – Moldavia: 0 – Maastricht: 0 – Dinamarca: 6 (entre categorías A, B y C) – Suiza: 0 (dato de 2009) – Rumanía: 0 – Albania: 4 (total sin clasificar la categoría) – Portugal: 1 (dato de 2009) – Polonia: 2 (dato de 2009)
Decíamos que las cadenas se rompen por el eslabón más débil y ahora mismo no nos cabe duda de que en España la mayoría de los trabajadores están sufriendo problemas laborales, pero lo que está pasando con los controladores aéreos no tiene nombre o, mejor dicho, sí lo tiene pero es mejor no decirlo.
Para que la aviación siga siendo el medio de transporte más seguro y no ocurra algo que nadie desea, habría que poner fin inmediatamente al acoso, público y privado, que sufrimos los controladores aéreos. Pero mucho nos tememos que, aparte de los enormes intereses económicos y políticos que hay involucrados en nuestra destrucción total, la situación que vivimos es de un linchamiento absolutamente irracional e injustificado que posiblemente ya sea irremediable. Esperemos que no.
Se ponen los pelos de punta de leer estas cosas. Da miedo volar.