Las decisiones que esta tomando Aena en los últimos meses pueden causar graves problemas este verano.
Aena ha decidido de forma unilateral reducir las dotaciones de controladores tanto en la torre de Barajas como en el Centro de Control de Madrid, ( entre otras dependencias) dejándolas reducidas al mínimo imprescindible para mantener el servicio.
Aena es consciente de que durante los meses de verano, como en cualquier empresa, una parte de los controladores se haya de vacaciones, y no esta disponible, por ley, para trabajar.Tampoco es conveniente que el resto de controladores trabaje 210 horas al mes los meses de verano, como pretende Aena (por muy bien pagadas que estén las horas extras).
Aena sabe que durante los meses de verano los aeropuertos españoles tienen una actividad superior al resto del año, y que gran parte de los viajeros son familias que salen de vacaciones.
Es por lo tanto, completamente previsible que cualquier baja que se produzca durante este tiempo, y no se pueda cubrir adecuadamente, puede llegar a causar un verdadero problema, tanto a las compañias aéreas como a los pasajeros.
La solución real al problema pasa por convocar nuevas becas para controladores, incrementando la plantilla actual, solución que Aena sigue posponiendo indefinidamente (Aena tiene anunciado en su web, desde el año 2007 una convocatoria de controladores para el año 2008).
La excusa habitual de Aena es el coste de los Controladores dentro de Navegación Aérea, que si bien según las cifras que ofrecen parece más elevado que en otros países, un análisis real no soporta dicha tesis. Spica ha intentado, sin conseguirlo, que Aena escuche sus propuestas, para reducir los costes de Navegación Aérea.
Aena tiene bloqueadas las negociaciones del segundo convenio colectivo de los controladores desde hace más de cinco años, y todo parece señalar que Aena prefiere mantener la situación actual, en lugar de incrementar la plantilla, generando empleo.