Buenos Aires, ARG.- Un controlador aéreo que pidió no ser identificado pero conocido de este medio, entregó una carta dirigida a la sociedad, donde expone el ambiente de tensión que se vive en el sector como consecuencia de la decisión oficial de traspasarlos del ámbito de la aviación civil nuavemente a la órbita militar.
En sus principales párrafos, la misiva señala:
«Actualmente matar al mensajero no pasa de ser una frase hecha que alude a la indignación que provocan quienes dan a conocer malas noticias, aunque esa indignación yerre el blanco. Esto es lo que sucede muchas veces en la relación entre personal de los servicios de navegación aérea y el Gobierno».
«Si un aeronáutico que trabaja asesorando al Gobierno dice, por ejemplo, que hay falta de inversión y que por esto los equipos no funcionan correctamente, resulta más fácil desprestigiarlo o separarlo de su cargo que aceptar lo que dice».
«El velar por la seguridad día y noche los 365 días del año de todos los usuarios que tienen la necesidad de viajar en avión es nuestro trabajo, por eso hemos sido castigados, a mi entender de manera indignante e injusta. Déjenme contarles cómo empezó esta historia, hace unos años este sistema de navegación aérea estaba gestionado por la Fuerza Aérea Argentina, la cual era juez y parte».
«Por razones de índole política y crisis suscitadas, como la famosa crisis de los radares del 2006, el Gobierno nacional de Néstor Kirchner decidió que la Administración de la aviación civil volviera a los civiles, sus dueños originales. En base a esa trascendental decisión 5.000 personas alrededor del largo y ancho país (…) tomamos una decisión más que importante, apostar a la aviación civil, apuesta la cual implicaría un sacrificio personal importantísimo».
«La aviación civil marchaba, con sus falencias y en pleno crecimiento gracias al sacrificio que realizaba cada día el recurso humano con que cuenta el sistema, hasta que un día de manera súbita y por un pésimo asesoramiento, la presidenta Cristina Kirchner firmó un decreto el 1840/2011, por el cual volvimos con los militares, decisión la cual nunca comprenderé, es como que este gobierno me dijera «en la época de la dictadura estábamos mejor».
«Esta decisión generó algo que en el ambiente aeronáutico es altamente peligroso la incertidumbre (…), riesgo de la seguridad de las operación aéreas, malestar colectivo, aprietes por parte de los militares, desinformación en la opinión pública y lo que es aún más triste, es que se trate a simples trabajadores como ladrones poniéndoles escolta policial en sus puestos de trabajo prohibiéndoles ingresar».
«Otro aspecto que quizás usted usuario de línea aérea no conoce, es que este gobierno ha puesto a trabajar a personal militar que carece del entrenamiento debido y las habilitación pertinentes para desempeñarse en los puestos de control aéreo, decisión que es un violación clara del Código Aeronático Argentino, ley marco que nos rige en el ámbito nacional».
«Creo que este conflicto generado por un mal asesoramiento a las altas cúpulas del gobierno nacional podría haberse evitado, sepan desde ya que no somos golpistas, no tenemos nada contra Aerolíneas Argentinas (…) ni queremos desestabilizar a nadie».
«Nuestro único anhelo es volver a trabajar tranquilos, con seguridad, sin presiones en lo que amamos y siempre amaremos por más que no estemos más, sepan que trabajamos constantemente y ustedes nunca nos ven».
«Pedimos a la opinión pública que apoye nuestro reclamo, que se dé marcha atrás con el decreto 1840/2011 y que la Argentina pueda volver a tener una aviación civil libre, competitiva y productiva».
Fuente: La Voz