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    CARTA DEL SECRETARIO GENERAL DE SPICA

    Estimados compañeros

    Muchos de vosotros ya me conocéis. Soy Tomás Virseda, controlador aéreo desde 2004, destinado actualmente en el Aeropuerto de Madrid-Barajas, como Supervisor de Torre, y soy el Secretario General de SPICA, Sindicato Profesional Independiente de Controladores Aéreos. Desde el primer día que asumí esta responsabilidad, me planteé un reto junto a la Ejecutiva de SPICA: luchar por los intereses de nuestro colectivo.

    Todos sabéis que la situación actual es insostenible: exceso de horas de trabajo, nula conciliación familiar, diferencias de condiciones laborales dependiendo de la antigüedad en la empresa, entre otros graves problemas ENAIRE está despreciando nuestra salud y nuestra profesión, con la connivencia de USCA, que se lo permite.

    Nuestras reivindicaciones son muy claras:

    • Jornada laboral máxima de 176 servicios.
    • Una única escala salarial, donde todos los controladores cobren los mismo independientemente de su fecha de incorporación. 
    • Eliminar la masa salarial fija y la prima de productividad. 
    • Permitir que los mayores de 57 años puedan pasar a la reserva. 
    • Hacer que los permisos, reducciones de jornada e imaginarias cumplan con el convenio.
    • Incorporar los controladores que sean necesarios.
    • Aplicación de los mismos beneficios que al resto de empleados públicos del Estado, como por ejemplo en lo relacionado a las subidas salariales.

    Somos un sindicato reivindicativo, luchamos por lo que creemos que es mejor para los controladores, no decimos “sí a todo” lo que dice ENAIRE, como hace USCA. Podemos negociar libremente, ya que no estamos atados por preacuerdos con nadie; además somos coherentes con nuestras peticiones, las mismas desde 2010. Es probable que la independencia de nuestro Sindicato haya molestado a algunos, pero no debemos ni podemos admitir imposiciones, y menos si éstas pretenden satisfacer las pretensiones de algunos y no de todo el colectivo.

    Estas elecciones son fundamentales para todos los controladores, ya que nos jugamos designar a los representantes que negociarán nuestras condiciones laborales para los próximos años. El preacuerdo cerrado entre ENAIRE y USCA limita la capacidad de avanzar en la mejora de nuestras condiciones, ya que las que se nos aplicarán hasta 2025, han sido aceptadas por USCA.

    No estamos conformes con ellas, porque agravan nuestros problemas actuales (se mantienen jornadas 6-4; no se garantiza sin condiciones, la incorporación de nuevos controladores, ni el pase a reserva de los mayores de 57 años…) y porque se mantienen las diferencias de condiciones entre los controladores en función de la fecha de incorporación (diferentes tablas salariales, etc).

    En SPICA somos críticos con la forma de actuar del sindicato mayoritario, USCA; no estamos conformes con su manera de negociar con ENAIRE. Su llamamiento de “todos juntos otra vez” transmite a la empresa que, por el camino que vamos, no tendrá dificultades en la negociación. Sin embargo, el voto a SPICA haría que ENAIRE y USCA reaccionen y atiendan, de una vez, los problemas reales que tenemos en este momento. 

    Necesitamos vuestra confianza, vuestro voto para luchar de igual a igual con USCA en la Mesa de Negociación del III Convenio Colectivo. Nuestro sindicato no responde a intereses particulares, como nos acusa USCA, ni somos cuatro como ellos piensan. Somos muchos los controladores que estamos en contra de su forma de negociar y de que no se nos escuche. Y sí, tenemos un plan, reivindicaciones e infraestructura para conseguirlo. No podemos seguir permitiendo la quiebra de nuestro colectivo por los acuerdos entre ENAIRE y USCA.

    Con estas palabras, y a través de nuestra web, queremos hacerte llegar las líneas fundamentales por las que trabaja SPICA, un sindicato constituido por profesionales que representan a todo el colectivo, con afiliados de diferentes dependencias, distintas categorías profesionales y rangos de edad. 

    Con nuestro lema  ¡A qué esperas! VOTA POR SPICA. Es votar por ti, te animamos a reflexionar sobre lo negativo que es para todos nosotros lo preacordado por USCA para los próximos 7 años. Queremos que os unáis a nosotros para luchar por unas  condiciones laborales dignas y seguras. El proceso de voto por correo ya ha sido abierto y el voto presencial será entre el 10 y el 13 de diciembre.

    Saludos, Tomás Virseda de Antonio              

    Diciembre de 2018

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    1 COMENTARIO

    1. Yo, una vez, hace muchísimos años, así como muy cerca de cincuenta, tuve un grande y bonito sueño que comenzó a hacerse realidad el día en que, después de haber terminado la penúltima prueba eliminatoria de la oposición, nuestro viejo e inolvidable maestro, Santiago Saez, que había formado parte del tribunal, me vió en la entrada de la Escuela y me dijo: «Mire Vd. la lista de aprobados que ya está en el tablón de anuncios». Subí de un salto los escalones, y añadió: «Enhorabuena».
      Y ahí comenzó todo. Dediqué lo mejor de mí mismo a aprender. Sin descanso ni concesiones a la fatiga o la pereza durante todos los meses que duraba el curso. Las prácticas en LECM, como yo deseaba. Y luego, al terminar, salí con número suficiente para ocupar una de las dos o tres plazas efectivas que nos ofrecieron para esa misma dependencia. Y allí trabajé durante once años, dejándome el alma e infinidad de veces por gratis, con la ilusión de que contribuía a la construcción de algo grandioso para el futuro. Pero llegó un momento en que el aire se hizo irrespirable por culpa de las envidias y sobretodo, por la política, y cuando ya llevaba tiempo con todas las habilitaciones de la dependencia, decidí huir (sí, digo bien, huir) de aquella atmósfera axfisiante, tiré por la borda, como in lastre imposible de arrastrar, todo lo conseguido profesionalmente y con tanto sacrificio, y me fui a una torre supuestamente tranquila aunque sólo fuera porque allí se trabajaba en solitario. Pero volví a equivocarme de lugar, quizás por aquello de que nadie es profeta en su tierra, y allí cumplir con las normas y el R.C.A. era poco menos que delito de lesa patria. Y así otros diez años de desierto, pues al haber perdido las categorías aquellas de Capaz y Diestro, ya no podía solicitar otros destinos que no fueran de la mínima categoría, Apto. Hasta que al cabo de los años aquello se arregló y pude irme a LECS, hasta el día de la jubilación forzosa por edad
      Esos fueron los mejores años en todos los sentidos, en cuanto a los medios y en que, por fin, todo el trabajo extra que había que realizar para mantener el servicio, era remunerado. El sueño, en todos sus detalles, se había cumplido. Lo más gratificante, haber trabajado en todos los puestos de trabajo existentes por entonces en Control, haber sido instructor, y haber dejado algo de mí en los que me siguieron.

      Ahora, a mis setenta y siete años, no logro superar el trauma que me produjo hace ocho años aquella puñalada a traición que sufrió la profesión con el concurso y la colaboración inestimable de demasiados «Beltrán Duglesquin», traidores a sus propios juramentos y a sus compañeros por un plato de lentejas. ¿Dónde están hoy esos traidores?. Seguramente muriéndose de hambre por ahí. O quizá de vergüenza, al ver el resultado de su obra.

      Un fuerte abrazo en el que, antes de que me visite la Parka, quisiera abarcar a todos.

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