A los juntaletras les encantan los accidentes o los atentados. Cuanta más sangre mejor, cuantas más lágrimas mejor, cuanto más dolor mejor; más titulares, más fotos y más imágenes morbosas que emitir.
Carmen Librero, la niña mimada del PPSOE, y Concepción Bodeguero, han intentado pisotear la libertad de expresión y ya de paso sacarse unos eurillos por todo el morro.