Es una tragedia que la justicia se equivoque con mafiosos de la droga (ya ha pasado), también con presuntos responsables de tramas de blanqueo de dinero, etc. Existe una marcada tendencia al error en la justicia cuando se trata de gente que maneja mucha pasta. Es una verdadera pena.
También es una tragedia que el gobierno socialista y obrero antes de dejar la poltrona (por ahora) indultara al consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, permitiendo así que pudiera seguir en su cargo, y también a un abogado y un ex-directivo de Banesto.
Eso sí, de vez en cuando surge algún caso de relumbrón (Díaz Ferrán) y meten en la cárcel a algún pringado que ha caído en desgracia; hay que guardar las apariencias, no vaya a ser que la gente piense mal. Todos somos iguales antes la justicia, está claro.
En cambio no hay manera de que se equivoquen con nosotros los controladores y archiven de una vez las imputaciones penales y los expedientes administrativos y laborales. Es cuestión de mala suerte, seguro, no puede ser otra cosa.