El reciente accidente aéreo en el Aeropuerto Internacional de Muan, Corea del Sur, que cobró la vida de 179 personas, ha puesto bajo el foco la actuación de los controladores aéreos durante las emergencias. Aunque el resultado fue trágico, la información proporcionada por el control de tráfico aéreo podría ser crucial para entender las causas del siniestro.
La cronología de los hechos
El vuelo 7C2216 de Jeju Air, un Boeing 737-800 procedente de Bangkok, se encontraba en fase de aproximación cuando los controladores detectaron actividad de aves en la zona. Inmediatamente, alertaron al piloto sobre el riesgo, siguiendo los protocolos establecidos para minimizar las probabilidades de un impacto. Sin embargo, pocos minutos después, el piloto reportó un choque con aves y solicitó un nuevo intento de aterrizaje tras declarar emergencia.
Durante este tiempo, los controladores trabajaron bajo intensa presión, proporcionando instrucciones precisas para permitir un segundo intento de aterrizaje. Sin embargo, el avión aterrizó sin desplegar el tren de aterrizaje, deslizándose por la pista hasta impactar contra una barrera de hormigón, lo que desencadenó un incendio devastador.
¿Qué rol desempeñaron los controladores?
La actuación de los controladores aéreos en esta tragedia ha abierto el debate sobre el alcance de su responsabilidad en situaciones de emergencia. Según las primeras investigaciones, estos profesionales cumplieron con su deber de advertir sobre el riesgo de fauna y coordinar las maniobras de emergencia del piloto. La precisión y rapidez de sus acciones fueron fundamentales para tratar de minimizar las consecuencias de un evento tan crítico como un impacto con aves.
Sin embargo, expertos en aviación señalan que el margen de actuación de los controladores es limitado frente a factores externos como las barreras de seguridad en la pista y posibles fallos mecánicos. A pesar de sus esfuerzos, el desenlace del accidente evidenció que otros elementos, como la infraestructura aeroportuaria, también juegan un papel crucial en la seguridad.
Un llamamiento a fortalecer la coordinación
Este accidente ha resaltado la importancia de la comunicación eficiente entre los controladores y las tripulaciones en momentos de crisis. Además, se plantea la necesidad de revisar los protocolos de gestión de fauna en los aeropuertos y evaluar la infraestructura cercana a las pistas para evitar que incidentes similares se conviertan en tragedias.
Mientras continúa la investigación, los controladores aéreos han sido reconocidos por su profesionalismo al intentar manejar una situación extremadamente compleja. Este caso subraya la relevancia de invertir en tecnología y capacitación que les permita responder aún más eficazmente en emergencias futuras.
El papel de los controladores aéreos, aunque muchas veces invisible, es una de las últimas líneas de defensa para garantizar la seguridad de miles de vidas cada día.