El Día Internacional del Controlador Aéreo surgió como fecha aniversario de la creación de la Federación Internacional de Asociaciones de Controladores de Tránsito Aéreo (IFATCA), que se constituyó el 20 de octubre de 1961.
Desde ese tiempo a esta parte, son muchos los cambios que ha sufrido la profesión de controlador aéreo, pero uno de las más alarmantes es que ha disminuido el número de controladores aéreos en el mundo, lo que ha motivado numerosos conflictos laborales, como en el caso de España cuando ocurrió el Cierre Patronal de AENA en 2010, dejando a miles de pasajeros varados en los aeropuertos. Los controladores han manifestado desde entonces una sobrecarga de trabajo y falta de personal de control aéreo.
El sindicato SPICA ha estado luchando incansablemente por los derechos laborales de los controladores aéreos y por la trasladar a la sociedad el importante papel que desempeñan los mismos en la cadena de seguridad del transporte aéreo. Uno de los mayores éxitos del sindicato ha sido la absolución recientemente de los controladores aéreos de Madrid, donde gracias al trabajo del equipo jurídico y la implicación de los afiliados al sindicato, se consiguió una sentencia absolutoria donde se pone en entredicho la actuación de los responsables de AENA, y saca a la luz el abuso de poder del Estado con la complicidad de la mayor parte de los medios de comunicación.
¿Qué es un Controlador Aéreo?
Un controlador de tráfico aéreo es el profesional que controla, dirige y gestiona el tráfico de aeronaves en aeropuertos y dentro del espacio aéreo, es decir, guían los aviones cuando van a despegar o cuando van a aterrizar. Realizan su actividad en las torres de control de los aeropuertos principalmente y tratan de evitar accidentes y colisiones entre aeronaves o con posibles obstáculos en las zonas donde operan las aeronaves.
Realizan también cambios en las rutas en función de las condiciones aéreas, mantienen contacto visual y por radar con las aeronaves para garantizar su seguridad, dando instrucciones claras a los pilotos con una fraseología muy específica dentro de su área de influencia.
Se trata de un trabajo de gran responsabilidad pues las decisiones tomadas afectan a la seguridad de los viajeros, tripulantes y a la operativa de las aeronaves que aterrizan o despegan en las pistas. Los controladores comparten la responsabilidad de guiar a los aviones dentro del espacio aéreo con los controladores de área, los controladores de aproximación y los controladores del aeródromo.
Ningún avión, vehículo o persona en pista puede realizar ningún movimiento sin que el controlador aéreo lo autorice. Si imaginamos la cantidad de tráfico que se opera a diario en un aeropuerto, contando que cada pista tiene dos sentidos (a veces despega un avión y otro aterriza a los pocos segundos) nos haremos una idea del alto grado de concentración que ha de ostentar un controlador aéreo para desarrollar de la manera más óptima su trabajo.
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Gabinete de Prensa SPICA/prensa@controladoresaereos.es