La huelga de controladores aéreos en el Aeropuerto de Lanzarote ha generado una serie de retrasos significativos en los vuelos, afectando a pasajeros y poniendo en evidencia las tensiones laborales existentes entre los trabajadores y Saerco, la empresa privada que gestiona la torre de control.
Esta huelga, que se ha prolongado durante diez meses, es el resultado de un conflicto laboral enquistado entre los controladores aéreos y Saerco. Los trabajadores exigen la negociación de un nuevo convenio colectivo que mejore sus condiciones laborales y salariales. Sin embargo, Saerco ha bloqueado estas negociaciones, lo que ha llevado a los trabajadores a recurrir a la huelga como medio de presión.
Los efectos de este conflicto laboral se han hecho sentir en el Aeropuerto de LanzaroteCésar Manrique, con hasta 30 horas de retrasos en los vuelos planificados, según informó Saerco. Este aeropuerto se ha posicionado en varias ocasiones como el aeródromo europeo con más retrasos acumulados.
Los Controladores Aéreos han denunciado que los pasajeros son quienes pagan las consecuencias de la «salvaje lowcostización de servicios» por parte de Aena. Añaden que Saerco ha bloqueado la negociación del nuevo convenio colectivo, lo que ha llevado a los trabajadores a esta huelga prolongada.
Este conflicto laboral subraya la necesidad de un diálogo efectivo y negociaciones justas entre Saerco y los controladores aéreos. Es esencial que ambas partes lleguen a un acuerdo que beneficie tanto a los trabajadores como a la empresa, garantizando al mismo tiempo un servicio eficiente y seguro para los pasajeros.