Posiblemente uno de los “palos” más gordos que nos hemos llevado los controladores durante todo nuestro conflicto –debemos decir “falso conflicto”- es el de la absoluta y total indefensión con la que nos encontramos en los tribunales. No sólo en tribunales políticos como el Supremo y la Audiencia Nacional, que son simples extensiones de los partidos políticos, sino en pequeños tribunales de primera instancia de cuestiones laborales. Que un comisario político con toga emita una basura contra los controladores te lo podías esperar –ahora tenemos la certeza absoluta de que así será siempre- pero que un juez de primera instancia repita en su sentencia los tópicos propagandísticos emanados del poder político que han sido repetidos incesantemente por los medios de manipulación de masas es algo que no esperas, al menos no lo esperábamos al principio. ¿Por qué se produce esta situación? ¿qué hace que muchísimos jueces más o menos imparciales en otros casos machaquen despiadadamente a los controladores aéreos incorporando en sus sentencias todos los tópicos propagandísticos al uso (sueldo, “privilegiados”, etc.)?
Jacques Ellul fue un catedrático francés que escribió a principios de los años 60 un libro inestimable sobre propaganda –Propaganda, The Formation of Men´s Attitudes-. Tengo delante de mí ahora un ejemplar de la versión inglesa (no está publicado en español) de la que extraigo un par de párrafos absolutamente esclarecedores y que dan respuesta a esas preguntas (la traducción después del original en inglés):
Epígrafe: Psychological Crystallization
Prejudices that exist about any event become greatly reinforced and hardened by propaganda; the individual is told that he is right in harboring them; he discovers reasons and justifications for a prejudice when it is clearly shared by many and proclaimed openly. Much more, this hardening of an individual´s prejudices permits him to resist facts and the pressure of contrary events. Moreover, the stronger the conflicts in a society, the stronger the prejudices, and propaganda that intensifies conflicts simultaneously intensifies prejudices in this very fashion.
Once propaganda begins to utilize and direct an individual´s hatreds, he no longer has any chance to retreat, to reduce his animosities, or to seek reconciliations with his opponents. Moreover, he now has a supply of ready-made judgments where he had only some vague notions before the propaganda set in; and those judgments permit him to face any situation. He will never again have reason to change judgments that he will thereafter consider the one and only truth.
Traducción:
Cristalización psicológica
Los prejuicios que existen sobre cualquier evento son reforzados y endurecidos por la propaganda; al individuo se le dice que está en lo correcto al albergarlos; descubre razones y justificaciones para un prejuicio cuando es claramente compartido por muchos y proclamado abiertamente. Aun más, este endurecimiento de los prejuicios de un individuo le permite resistirse a los hechos y a la presión de los eventos contrarios. Además, cuanto mayores sean los conflictos en una sociedad, mayores son los prejuicios, y la propaganda que intensifica los conflictos simultáneamente intensifica los prejuicios de este mismo modo.
Una vez que la propaganda comienza a utilizar y dirigir los odios de un individuo, ya no tiene ninguna posibilidad de retroceder, de reducir su animosidad, o de buscar la reconciliación con sus oponentes. Además, ahora tiene un suministro de juicios prefabricados donde sólo tenía unas nociones vagas antes de que irrumpiera la propaganda; y esos juicios le permiten encarar cualquier situación. Nunca más tendrá razones para cambiar los juicios que desde entonces considerará la verdad única y exclusiva.
Fin de la traducción.
Este efecto de cristalización de la propaganda que tan magistralmente describía Ellul, ha convertido a muchos jueces en VENGADORES, en caballeros andantes que desfacen los entuertos provocados por los controladores aéreos que asolan el Reino. Con sus sentencias de acero templado AJUSTICIAN a los dragones que tuvieron la mala suerte de que su territorio se quiera privatizar para convertirlo en otro terreno baldío “low cost”. En la propaganda de los sueldos altos, los privilegios, los secuestradores, los piratas, los amotinados, los terroristas, etc. encuentran JUSTIFICACIÓN para ensañarse con unos trabajadores a los que odian a muerte, pero a los que ni siquiera conocen más allá de la manipuladora propaganda que escupen los políticos corruptos y la prensa.
¿Quién juzga al juez?
Es lo que hay.Algún día se llevarán su merecido.