La escasez de controladores aéreos en Estados Unidos está generando importantes trastornos en el sector de la aviación, afectando tanto a las aerolíneas como a los pasajeros. Scott Kirby, CEO de United Airlines, ha destacado que esta deficiencia de personal es una de las principales causas de las interrupciones en los vuelos, especialmente en el concurrido hub de Newark, Nueva Jersey.
Durante los primeros 25 días de noviembre, la Administración Federal de Aviación (FAA) se vio obligada a reducir los flujos de tráfico hacia Newark en 12 ocasiones debido a la falta de personal, lo que afectó a más de 343.000 pasajeros de United Airlines. Estas reducciones resultaron en retrasos, cancelaciones y tiempos de rodaje prolongados. El 15 de noviembre, en particular, los problemas de dotación de controladores provocaron la cancelación de vuelos que afectaron a 1.880 clientes y generaron retrasos para otros 24.558.
La FAA ha reconocido que enfrenta un problema de personal que se ha gestado durante décadas y ha sido transparente con las aerolíneas y los viajeros sobre sus planes para abordarlo. Sin embargo, la agencia aún está aproximadamente 3.000 controladores por debajo de sus objetivos de dotación, lo que ha llevado a asignar rutinariamente semanas laborales de seis días y a ralentizar el tráfico aéreo en áreas como Nueva York.
Esta situación ha generado preocupación en la industria. En junio de 2023, Kirby criticó a la FAA por los «problemas sin precedentes» que afectaron a más de 150.000 clientes de United durante un fin de semana, atribuyendo las interrupciones a la escasez de controladores aéreos.
La escasez de controladores también ha llevado a otras aerolíneas, como Delta Air Lines, JetBlue Airways y American Airlines, a reducir la cantidad de vuelos en la zona de Nueva York durante el verano para mitigar los efectos de la falta de personal.
La FAA ha tomado medidas para aliviar la presión en ciertas áreas, como el traslado de 17 controladores aéreos de la Terminal de Control de Aproximación por Radar de Nueva York a Filadelfia, con el objetivo de mejorar los niveles de personal. Sin embargo, la agencia reconoce que aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar los niveles de dotación necesarios que garanticen un transporte aéreo seguro y eficiente.
La escasez de controladores aéreos en Estados Unidos continúa siendo un desafío significativo para la industria de la aviación, afectando la puntualidad y confiabilidad de los vuelos y generando inconvenientes para miles de pasajeros diariamente.