Informe: Controladores Aéreos

OBJETIVO: CONTROLADORES AÉREOS.

INFORME SOBRE LAS TÉCNICAS DE DESTRUCCIÓN EMPLEADAS CONTRA LOS CONTROLADORES AÉREOS ESPAÑOLES

Este informe tiene como propósito sacar a la luz para conocimiento público una triste realidad que está sucediendo en España en este momento: la destrucción de un colectivo de trabajadores, los controladores aéreos, en la que se emplean diversas técnicas y procesos psicológicos perfectamente estudiados y diseñados para que hagan el mayor daño posible a sus víctimas.

Es nuestro propósito ir ampliando el informe con diversas entregas a lo largo del tiempo. Rogamos al lector que visite este apartado en sucesivas ocasiones para comprobar las nuevas actualizaciones que se produzcan.

1ª entrega: 10 de julio de 2011: Union Busting

Actualización: 13 de julio de 2011: 2. Error Fundamental de Atribución

Actualización: 17 de octubre de 2011: 3. La mayor de las mentiras sobre el cierre del espacio aéreo de diciembre de 2010.

Actualización: 20 de octubre de 2011: 4. Pijos – Los estereotipos

Actualización: 17 de junio de 2012: 5. La estrategia de la aniquilación

Actualización: 17 de junio de 2012: 6. El burofax

Actualización: 4 de julio de 2012: 7. C.N.I. Cuento No Inventado

Los controladores aéreos españoles estamos sufriendo un proceso calculado de destrucción en los ámbitos laboral, social y personal. Empezaremos por describir el contexto general en el que se desarrolla esta situación.

1. Union Busting (quebrantamiento de sindicatos).

1.1. Descripción

Esta técnica proveniente del mundo anglosajón, concretamente de Estados Unidos, se enmarca dentro de un ámbito laboral distinto al de España. En Estados Unidos los patronos intentan por todos los medios legales e ilegales (como en el caso del Union Busting), evitar que los trabajadores formen sindicatos o se afilien a alguno ya existente. Para ello contratan a empresas especializadas en acosar, intimidar, manipular y dividir a los trabajadores para conseguir destruir el espíritu colectivo y la solidaridad entre trabajadores con el objetivo de evitar que puedan conseguir unas mejores condiciones de trabajo.

El razonamiento que se esconde detrás de esta práctica es que los sindicatos son malos para el negocio porque reducen los beneficios y buscan mejoras laborales para los trabajadores: en sueldos, horarios, seguridad laboral, seguros médicos y de vida, etc.

Es habitual que empresas que aducen no tener dinero para conceder mejoras a sus trabajadores y que se quejan de que los sindicatos les van a llevar a la ruina con sus peticiones, encuentren la millonada de dinero que cuesta contratar a una de estas empresas de Union Busting.

Para llegar a darse cuenta de hasta qué punto estas actividades pueden ser destructivas, hay que mencionar el caso de France Telecom en el país vecino, cuyos empleados durante el proceso de privatización de la empresa (al igual que la privatización actual de Aena) llevan sufriendo una campaña de Union Busting que ha provocado el suicidio de varias decenas de empleados.

1.2. El caso de los controladores aéreos en España

Pasando a ver ahora el caso de los controladores aéreos en España, vemos que no es casualidad que los controladores aéreos estemos sufriendo las mismas técnicas destructivas que las que han llevado a numerosos suicidios en Francia, porque detrás de ambos casos se esconde la misma situación: la PRIVATIZACIÓN DE UNA EMPRESA PÚBLICA.

Pero hay otra similitud notable: la empresa encargada del Union Busting en Francia y en España es la misma, McKinsey, que es una “consultora” cuya siniestra misión es destruir (muy literalmente) a trabajadores que por unos motivos u otros (en el caso de France Telecom y de Aeropuertos Españoles es la privatización) caen en sus manos al ser contratada por los jefes.

1.3. Métodos del Union Busting

Dado que el impedir o restringir la libre sindicación es ilegal, los métodos empleados por los Union Busters son sutiles de cara al exterior y por tanto difíciles de demostrar ante la opinión pública y los tribunales, aunque muy evidentes para quien los sufre.

En el momento en que un “consultor” es contratado, éste se convierte en el director de orquesta, incluso por encima de los propios directivos de la empresa que delegan en ellos todas las acciones a tomar. A partir de entonces absolutamente todo se supedita al propósito prioritario de destruir a los trabajadores y su sindicato. Nada será casual ni dejado al azar, todo seguirá el plan trazado.

La primera acción que ejecuta un “consultor” es crear un clima de miedo en el colectivo de trabajadores. Miedo a expedientes disciplinarios, a sanciones, a traslados forzosos y a la pérdida del puesto de trabajo. Este clima pretende ir debilitando con el tiempo las defensas de los trabajadores e instaurar un clima de terror que bloquee el juicio y la capacidad de acción de los mismos por miedo a represalias.

En segundo lugar se les deniega absolutamente todo lo que piden en las negociaciones, es más, se incumplen acuerdos ya firmados y además se vulnera la ley al no conceder derechos básicos de los que disfruta todo trabajador.

Para llevar a cabo todas estas cuestiones normalmente se utilizan dos ramificaciones: por un lado abogados que hacen todo el trabajo sucio “legal” y, por otro, los mandos intermedios de la empresa de los que hablaremos en el epígrafe siguiente.

Este tipo de abogados que hacen el trabajo sucio legal, también se invisten de un halo de respetabilidad, pero a lo que se dedican es a negar sistemáticamente en las negociaciones cualquier petición de los trabajadores, por muy razonable que sea, y a “estirar” las leyes para incumplir normas y derechos establecidos, con el objetivo de que el trabajador tenga que enfangarse en innumerables, costosas y largas acciones judiciales para conseguir (en el mejor de los casos) que se le reconozcan derechos básicos tras unos agotadores pleitos legales y cuando ya el daño está hecho. La manera de actuar de estos abogados es negar todas las peticiones pero con unas formas exquisitas. El perverso trasfondo de esto es que un exabrupto o un escrito claro y contundente serían pruebas irrefutables de la mala fe que guía a esta gente, pero las buenas formas, aunque sean para hacer el mal, impiden la demostración de las malas intenciones, ¿quién puede juzgar las intenciones de otra persona y demostrarlas ante un tribunal?. De este modo se machaca la resistencia psíquica de los trabajadores y sus representantes.

Uno de los puntos esenciales de la campaña de Union Busting es la infiltración en el sindicato a través, fundamentalmente, de topos que trabajan desde posiciones clave que tienen gran influencia en el colectivo. Su labor es minar desde dentro la eficacia del sindicato y crear la disensión y el enfrentamiento en las filas internas. La recompensa para estos agentes del enemigo puede ser económica, o la adjudicación de un ascenso o ciertas prebendas cuando la campaña de destrucción de sus compañeros haya terminado. El reclutamiento de estos agentes se hace principalmente entre gente que tiene afinidad a la empresa o que simplemente traiciona a sus compañeros por una recompensa económica o de promoción interna.

1.4. Los mandos intermedios y el lavado de cerebro.

Mencionaba anteriormente que los mandos intermedios de la empresa se convierten en actores esenciales en la función. Hasta el momento de comenzar la campaña de Union Busting los jefecillos no pintaban nada en la empresa, eran meros capataces desvalorados a los que la empresa no prestaba una atención especial. Pero cuando empieza una campaña de este tipo pasan a ser piezas vitales porque son las tropas de choque de la empresa.

A los mandos intermedios en primer lugar también se les amenaza para que cumplan a rajatabla las órdenes de los “consultores” por muy ilegales y malignas que sean y se les obliga a que la campaña de Union Busting sea su prioridad absoluta. Su evaluación ante la empresa dependerá de si hacen bien o no su trabajo de destrucción, ya que en este último caso podrían ser despedidos y además no encontrar otro trabajo dentro de su ámbito laboral. Pero a cambio, y a diferencia de los trabajadores, se les prometen determinados beneficios económicos y de promoción interna en la empresa al final del camino. Se les dice que pasarán un período duro y difícil pero que al final tendrán una buena recompensa. También se les promete que la resistencia de los trabajadores decaerá con el tiempo y la vida será así más fácil para los mandos según vaya pasando el tiempo.

Además los mandos intermedios son sometidos a un intenso lavado de cerebro para evitar o disminuir al máximo el posible sentimiento de culpa por sus acciones, lo que pondría en peligro su utilización como armas de destrucción. El objetivo es el aumento del ego y la disminución de la autoculpa. Ejemplos de las cosas que se les dicen son:

– Eres una persona clave para la organización (¿no lo era antes cuando no contaban con él?).

– Para que esta “reorganización” salga bien eres imprescindible y tenemos mucha confianza en ti.

– En el siglo XXI un sindicato es algo obsoleto.

– Hoy en día los sindicatos son un refugio de vagos que sólo quieren privilegios y no trabajar.

– En los sindicatos sólo hay llorones y caraduras que impiden el funcionamiento normal y eficiente de la empresa.

– Las peticiones de los trabajadores ponen en peligro la sostenibilidad y viabilidad económica de la empresa y con ello tu puesto de trabajo.

– Lo que haces es algo absolutamente correcto y necesario.

– Los trabajadores te han declarado la guerra, te odian y te quieren destruir porque intentas gestionar bien.

Además, y dado que tendrán que hacer cosas ilegales, se les promete un apoyo continuo y sin fisuras por parte de la empresa, consultores y abogados.

También se les dice que si la productividad de los trabajadores es baja mientras dura la campaña de destrucción, la culpa no es suya, sino de éstos.

1.5. Conclusión sobre el Union Busting a los controladores aéreos

No sólo los controladores aéreos, sino la mayoría de los trabajadores en España están sufriendo un retroceso en sus condiciones laborales con la excusa de una crisis que ellos no han provocado. Los culpables de la crisis están machacando a la sociedad con la excusa de la crisis, lo cual es siniestro.

En el caso específico de los controladores aéreos tenemos cómo una empresa pública no sólo muy rentable, sino además estratégica para un país turístico como España, ha sido hundida en estos últimos años con obras “faraónicas” (término empleado por la anterior Ministra de Fomento, Magdalena Álvarez) y ahora se privatiza con la excusa de que está hundida y es deficitaria. El precio que ha fijado el gobierno para la privatización es de entre 9.000 millones de Euros, lo cual es un auténtico escándalo porque es un regalo. El valor real de Aena es de unos 60.000 millones de Euros, así que el 49% que se privatiza debería rondar los 30.000 millones. Sirva de ejemplo que tan solo el aeropuerto de Madrid-Barajas representa el 10% del PIB de la región de Madrid al año, es decir, más de 18.000 millones de euros.

Solamente en obras en aeropuertos durante los últimos años Fomento/Aena se ha gastado más de 19.000 millones de euros (ni están en esta cifra todas las obras ni todos los aeropuertos), así que todas las infraestructuras no pueden estar de ningún modo por debajo del precio de tan sólo unas obras de mejora y ampliación.

Durante estos años pasados del boom inmobiliario, ciertas empresas constructoras se han forrado con las adjudicaciones de obras en aeropuertos y ahora se van a quedar con el pastel que representan éstos. Para que el pastel les resulte muy rentable les han subido enormemente las tasas aéreas de aeropuertos, lo que ha provocado que en conjunto las tasas aéreas en España hayan subido en 2011 un 4´8% de media según la propia Aena, y un 8´8% según el Presidente de la Compañía Iberia.

Privatización, negocios sucios, grandes intereses económicos, expolio al patrimonio de los españoles, recorte de derechos, terrorismo laboral y muchas, muchas, muchas mentiras; todo ello es lo que se esconde detrás de todo este culebrón de los controladores aéreos.

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2. EL ERROR FUNDAMENTAL DE ATRIBUCIÓN

La “Teoría de la Atribución” se encarga de estudiar cómo explicamos los seres humanos el comportamiento de los demás y dentro de ella el “Error Fundamental de Atribución” es lo que nos concierne para el caso. Este error consiste en la tendencia de las personas a atribuir de manera sobrevalorada el comportamiento de otras personas a motivaciones internas, minimizando a la vez otras influencias que sí son determinantes también en la manera de comportarse. ¿Recuerda el lector la famosa frase de José Ortega y Gasset “Yo soy yo y mis circunstancias”?, pues esto es precisamente lo que la gente tiende a menospreciar a la hora de valorar las motivaciones de los demás, el peso de las circunstancias en su toma de decisiones.

Esta tendencia general de los humanos a sobrevalorar aspectos internos frente a externos, es hábilmente manejada por los manipuladores para atribuir erróneamente a los controladores una maldad intrínseca, como si tuviéramos algún tipo de “gen específico del controlador” que nos impulsara irremisiblemente a hacer el mal. Es ridículo, pero sorprendentemente es así por el efecto de la manipulación y esa característica humana hábilmente manejada.

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3.LA MAYOR DE LAS MENTIRAS SOBRE EL CIERRE DEL ESPACIO AÉREO DE DICIEMBRE DE 2010.

En casi todos, y cuando decimos “casi todos” es posible que nos estemos quedando cortos, los medios de comunicación de masas se manipula de la siguiente manera: “los controladores aéreos abandonaron su puesto de trabajo…”.

Si los controladores aéreos hubiéramos abandonado nuestro puesto de trabajo, es decir, hubiéramos desenchufado nuestros cascos y hubiéramos dejado a los aviones abandonados en tierra o, lo que es peor, en el aire, tendríamos que haber recogido muchos cadáveres, cosa que no sucedió no por suerte, sino por la profesionalidad y buen hacer del colectivo de controladores aéreos a pesar de las circunstancias.

La falsa versión oficial sobre lo acaecido el 3 y 4 de diciembre de 2010 se extiende como una mancha de aceite una y otra vez en todos los medios, independientemente de su orientación política, y lo que es aún peor, es la versión propagada por instancias judiciales y políticas. En realidad lo que sucedió en diciembre de 2010 fue un cierre patronal motivado por varias cuestiones.

Pero por mucho que se rep

.ita una mentira no se convierte en verdad. Desde el Sindicato Profesional Independiente de Controladores Aéreos seguiremos luchando para que no consigan convertir definitivamente la mentira en verdad y ésta salga a la luz finalmente.

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4. PIJOS – LOS ESTEREOTIPOS

De todos los insultos, incluido “¡terroristas!”, que nos han lanzado a los controladores aéreos, hay uno que llama mucho la atención, el de “¡pijos!”.

No porque sea especialmente agresivo o fuerte, sino porque delata los efectos de la propaganda en la mente del público. Gente que no tiene ni puñetera idea de cómo somos en lo personal, porque no conoce personalmente ni a uno solo de nosotros, tiene la osadía de llamarnos “pijos” a todos sin excepción. Gente que no tiene ni puñetera idea de nuestra profesión, que no sabe ni siquiera la diferencia entre una torre y un centro de control, se permite el lujo de menospreciar y desprestigiar nuestra labor. Se ha creado un estereotipo de controlador aéreo y la masa nos encuadra a todos dentro del estereotipo, y es por efecto de la propaganda. La masa es una esponja manipulable que absorbe acríticamente todo lo que le dice la caja tonta y los demás medios de manipulación de masas.

Hay un libro clásico a este respecto, “La opinión pública” de Walter Lippman que define muy bien la cuestión. Lippman trabajó para el servicio secreto norteamericano durante la Primera Guerra Mundial y posteriormente escribió libros y columnas de prensa durante toda su vida, recibiendo dos premios Pulitzer; fue el creador de la palabra “estereotipo” y explicaba su significado en el libro citado. Decía que percibimos mediante estereotipos culturales. Frente a la confusión del mundo exterior definimos primero y después vemos. Los estereotipos portan la carga de nuestras preferencias, se contagian de nuestros sentimientos y se asocian a nuestros temores. Casi nunca analizaremos a alguien para determinar si se trata, por ejemplo, de una mala persona, simplemente veremos una mala persona. Nuestros juicios contienen las conclusiones que las pruebas se encargarán de corroborar posteriormente. Cualquier alteración de nuestros estereotipos nos parece un ataque a los mismísimos pilares del universo, porque constituye un ataque a los pilares de nuestro universo, y cuando las cosas importantes están en peligro, no admitimos fácilmente la existencia de diferencias entre ambos. Además, los estereotipos son también la garantía de nuestro amor propio y la proyección al mundo del sentido que cada uno de nosotros tenemos de nuestra valía personal, nuestra posición y nuestros derechos. Por lo tanto, los estereotipos arrastran la carga de los sentimientos que llevan asociados.

La cuestión clave es ¿quién crea los estereotipos en la mente del público?, y la respuesta es bien sencilla: los medios de comunicación. Así pues, quien domina los medios de comunicación domina la opinión pública, domina los procesos electorales, domina la sociedad y domina el mundo. Ahí está la clave del poder.

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5. La estrategia de la aniquilación

Por C: controlador aéreo

Estoy leyendo actualmente un libro llamado Las 33 estrategias de la guerra de Robert Greene. La temática del libro es sobre lecciones para la vida que se pueden sacar de acciones bélicas.

Me ha llamado mucho la atención  la estrategia 19 llamada: Envuelve al enemigo – La estrategia de la aniquilación. El motivo es, ni más ni menos, que he visto reflejada la situación de los controladores aéreos en lo expresado en el texto.

Transcribo a continuación unos párrafos de dicha “Estrategia de la aniquilación”.

Transcripción:

Los seres humanos somos criaturas extremadamente inteligentes: en el desastre o el infortunio solemos encontrar un modo de adaptarnos, de dar la vuelta la situación. Buscamos alguna salida y con frecuencia la encontramos; recurrimos a la esperanza, la astucia y la voluntad. La historia de la guerra está repleta de relatos de reajustes y vuelcos espectaculares, salvo en un caso: el envolvimiento. Sea físico o psicológico, es la única excepción cierta a la posibilidad de lograr cambiar las tornas.

Cuando se ejecuta bien, esta estrategia no ofrece a los rivales ningún hecho que explotar, ninguna esperanza. Están rodeados, y el círculo se va estrechando. En el espacio abstracto de la guerra social y política, el envolvimiento puede ser cualquier maniobra que produzca a tus adversarios la sensación de que los están atacando desde todos los lados, los están acorralando y se les niega la esperanza de efectuar un contra ataque. Al sentirse rodeados, su fuerza de voluntad se debilitará. Deja que su situación desesperada envuelva sus mentes.

(…)

El sentimiento de que en determinada situación contamos con opciones, con un futuro lleno de perspectiva, se traduce en algo semejante a la sensación de hallarnos en un espacio abierto. Nuestras mentes necesitan percibir que existe posibilidad y espacio estratégico para maniobrar.

Por el contrario, el sentimiento de encierro psicológico nos resulta muy perturbador y a menudo nos hace reaccionar de manera exagerada. Cuando alguien o algo nos rodea –estrechando nuestras opciones y acosándonos desde todos los lados, perdemos el control de nuestras emociones y cometemos los errores que vuelven la situación todavía más desesperada. En los grandes asedios militares de la historia, casi siempre el mayor peligro proviene del pánico y la confusión de dentro. Los derrotados, incapaces de ver lo que sucede más allá del asedio y cortado el contacto con el mundo exterior, también pierden su percepción de la realidad. Un animal que no puede observar el mundo que le rodea está condenado.

Las batallas de la vida diaria no ocurren en un mapa, sino en una especie de espacio abstracto definido por la destreza de los demás para maniobrar, actuar en tu contra, limitar tu poder y recortar tu tiempo para responder. Si concedes a tus adversarios algún hueco en este espacio abstracto o psicológico, lo explotarán, por muy poderoso que seas o muy brillantes que resulten tus estrategias; por lo tanto, debes conseguir que se sientan rodeados. Disminuye sus posibilidades de acción y cierra sus vías de escape. Del mismo modo que los habitantes de una ciudad bajo asedio pueden ir perdiendo lentamente el juicio, tus rivales acabarán enloqueciendo por la falta de espacio para maniobrar en tu contra.

(…)

Recuerda que, en definitiva, el poder del envolvimiento es psicológico. Conseguir que la otra parte se sienta vulnerable al ataque desde muchos lados resulta tan eficaz como hacerlo físicamente.

Fin de la transcripción

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6. El Burofax

Por C: controlador aéreo

Carlos es controlador aéreo y trabaja en el Centro de Control de Madrid. Hoy ha mirado la agenda donde apunta sus turnos de trabajo y ha visto que mañana y pasado mañana tiene dos días libres, así que decide dar una sorpresa a su chica y salir un par de días fuera de Madrid a despejarse. Hace una reserva de hotel y no le dice nada a su chica para que sea eso, una sorpresa. Al día siguiente se levanta temprano y le dice lo del viaje y el hotel a su chica, todo pinta de maravilla. Agarran el coche y se van los dos con la intención de no pensar en los problemas de Carlos. Últimamente su relación se ha resentido, ambos están irritables, cansados y desanimados, la situación de Carlos en el trabajo es lamentable y eso afecta, y mucho, a su relación de pareja. Más de dos años de acoso laboral, social, mediático y judicial hacen mella incluso en el ser más resistente que pueda haber. La preocupación por el futuro es más que justificada y Carlos se enfrenta a una imputación penal que puede tener consecuencias gravísimas, y además a un expediente de la AESA y a un expediente laboral que pende sobre su cabeza cual espada de Damocles. Además Carlos está muy cansado habitualmente, tiene muchísimos más turnos que cualquier controlador del mundo civilizado y eso hace que cada día le cueste más hacer el esfuerzo para realizar actividades.

El primer día de las mini vacaciones va de maravilla, están lejos de Madrid, han escogido un lugar precioso y la desconexión con la mierda a la que se enfrentan día a día es total.

Al día siguiente poco antes de las 8 de la mañana suena el móvil de Carlos. Cuando va a mirar quién es con la intención de no contestar, ve con sorpresa que es el número del trabajo, es demasiado pronto para que un compañero le pida algún cambio. Contesta la llamada y se trata del Jefe de Sala. La conversación que mantienen es la siguiente:

Carlos: Diga

J de S: Hola Carlos soy X.

Carlos: Hola X, dime.

J de S: Sí Carlos, son casi las 8 y no estás aquí.

Carlos: (después de unos segundos sin reaccionar) pe, pero… si no tengo servicio hoy, tengo el día libre.

J de S: No, aquí figuras en la lista de servicios de Mañana y en la hoja de firmas.

Carlos: No me lo puedo creer, si miré la agenda y vi que tenía hoy el día libre.

J de S: Pues no, es posible que hayas hecho un cambio de servicio o hayas mirado mal la agenda.

Carlos: Déjame que lo compruebe de nuevo.

Carlos mira su agenda y efectivamente ve que no tiene ningún servicio apuntado.

Carlos: Pues te confirmo que no tengo apuntado ningún servicio hoy.

J de S: Pues Carlos, lo siento pero aquí figuras en la lista, tienes que venir.

Carlos: Pues no puedo ir, estoy a 400 Kms, de Madrid y no llegaría al servicio de ningún modo aunque saliera ahora mismo.

J de S: De acuerdo, apunto que faltas y llamo a un imaginaria. Lo siento, ponte en contacto con Recursos Humanos lo antes posible. Saludos

Carlos: Vale, pues lo siento, no sé qué ha pasado, ya lo aclararé con Recursos Humanos.

A Carlos se le ha fastidiado el viaje que iba tan bien. Ahora está preocupado, no sabe lo que ha pasado ni las consecuencias que puede acarrear. Carlos y su chica se volvieron antes de tiempo, no apuraron el día entero, no estaba de buen ánimo.

Lo que le pasó a Carlos fue algo tan simple como que no apuntó bien en su agenda el turno que tenía ese día. Había apuntado el servicio de Mañana de ese día en la siguiente casilla, en la del día posterior, así que pensaba que tenía el día libre. Es un error humano bastante fácil de cometer, no hay ninguna maldad (ni huelga encubierta).

El resultado de este «imperdonable» error humano de Carlos es el siguiente: la empresa Aena le envía un escrito ateniéndose al Régimen Disciplinario establecido en el segundo Convenio Colectivo (alias «pimentelazo») informándole de que le sanciona con dos días de empleo y sueldo, el máximo previsto en el «pimentelazo».

En realidad su servicio se había cubierto con un imaginaria, así que la sanción era innecesaria, además era la primera vez que le pasaba. Carlos podría haber hablado con el compañero de imaginaria que le cubrió el servicio y haberlo arreglado entre ellos sin mayores problemas. Pero Aena aprovecha cualquier resquicio para hacer la vida imposible de los «privilegiados» controladores.

Hoy ya han pasado 15 días del «imperdonable» error del privilegiado Carlos. Está en casa y llaman a la puerta. Carlos abre y se trata del cartero que le entrega un burofax de la AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea). Inmediatamente lo abre y lee con estupor lo siguiente:

«aplicando el artículo 48bis.1.6. de la Ley 1/2011que modificaba la Ley de Seguridad Aérea 21/2003, usted ha cometido una infracción administrativa muy grave y será sancionado con una multa de entre 90.001 y 225.000 euros, según el artículo 55 c) de dicha ley, por faltar un día al trabajo» (*Nota: ver abajo los artículos mencionados).

Y en el siguiente párrafo: «aplicando además el párrafo 2 del mencionado artículo 48bis, pierde usted definitivamente su licencia de control de tránsito aéreo».

*Artículos mencionados anteriormente:

Ley 1/2011de 4 de marzo:

«Artículo 48 bis. Infracciones en relación con control del tránsito aéreo.

1. Constituyen infracciones administrativas muy graves en relación con el control del tránsito aéreo las siguientes conductas realizadas por los controladores de tránsito aéreo:

6.ª La falta de asistencia injustificada al puesto de trabajo, el abandono del mismo sin autorización del proveedor de servicios de tránsito aéreo, así como la no atención injustificada al servicio de imaginaria que tenga programado cuando fuera convocado por dicho proveedor.

2. Además de las sanciones y las medidas indemnizatorias que correspondan conforme a lo señalado en los artículos 55 y 57, las infracciones previstas en el apartado anterior (el 1) llevarán aparejada en todo caso la sanción accesoria de pérdida definitiva de la licencia de control de tránsito aéreo de que sea titular el responsable de la infracción.

Ley 21/2003 de 7 de julio:

CAPÍTULO II

De las sanciones y otras medidas

Artículo 55. Sanciones.

1. Las infracciones establecidas en el capítulo I de este título serán sancionadas del modo siguiente:

a) Las infracciones leves con apercibimiento o multa de 60 hasta 45.000 euros.

b) Las infracciones graves con multa de 45.001 a 90.000 euros.

c) Las infracciones muy graves con multa de 90.001a 225.000 euros.

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7. C.N.I. C.uento N.o I.nventado

Por Controlator

Hoy es un día especial para Carlos, su novia viene desde Londres después de haber estado allí un mes por cuestiones laborales. Su vuelo aterriza a las cinco y media en el aeropuerto de Madrid-Barajas, así que Carlos está en el aeropuerto un poco antes de la hora por si el vuelo se adelanta algunos minutos.

Parece que hay más gente de la normal o es que pasa algo con la facturación, porque se están formando unas grandes colas en los mostradores. Entonces Carlos cae en la cuenta de que hoy es viernes 3 de diciembre, primer día del Puente de la Constitución del año 2010. Así que piensa que es normal que haya más jaleo del habitual cualquier otro día.

La gente, armada de paciencia, espera en las colas sin mayores problemas. Pero entonces ocurre algo que Carlos no entiende y que deja sorprendidos a todos los pasajeros que se encuentran alrededor. Aparecen cuatro individuos, dos hombres y dos mujeres, armados con una gran cámara profesional de filmar imágenes. Seguramente se trate de alguna cadena de televisión que irá a cubrir la salida del puente en los aeropuertos, pero pronto descubren que no.

Esos individuos toman posición entre los pasajeros, -para parecerlo- y dos de los cuatro filman mientras los otros dos actúan. Los dos “pasajeros” entonces hacen una actuación magistral:

Actriz: “Nos íbamos a ver a nuestros hijos enfermos que están hospitalizados en el extranjero después de ahorrar durante meses de duro trabajo para poder pagarnos este viaje y verlos los pocos días que podemos en el Puente de la Constitución”. (Entonces la mujer empieza a llorar desconsolada).

Los pasajeros de alrededor (los de verdad) se quedan perplejos ante lo que están presenciando pero nadie dice nada. Carlos por su parte está igual de perplejo y sigue presenciando el espectáculo sin entender realmente de qué se trata.

Entonces el actor masculino añade: “no hay derecho a que los controladores aéreos que son unos privilegiados tomen de rehenes a los pasajeros y abandonen su puesto de trabajo para defender sus privilegios y su sueldo de más de 500.000 euros. No podemos ir a ver a nuestros hijos enfermos (la “actriz” aumenta los sollozos), nos han destrozado el puente y la ilusión”. La escena termina con el “actor” fundiéndose en un lacrimógeno abrazo con la “actriz” y llorando desconsolados los dos. Entonces los de la cámara dejan de filmar, los actores dejan de llorar de inmediato y recuperan la compostura instantáneamente, recogen los trastos tan tranquilos y se van los cuatro tan súbitamente como habían aparecido.

Carlos por entonces no entendía nada, el factor sorpresa evitó que reaccionara a tiempo. Pero ahora lo entiende todo perfectamente, Carlos es controlador aéreo y sabe muy bien lo que pasó:

G-O-L-P-E  D-E  E-S-T-A-D-O