Pepiño es un ejemplo a seguir, un modelo en el que fijarnos. Si actuáramos como él no habría crisis y expaña sería el paraíso terrenal.
Nuestras abuelas hacían milagros con los ingresos de la familia, estiraban los sueldos y conseguían que llegáramos a final de mes razonablemente. Esa es una virtud copiada por Pepiño, quien con un mísero sueldo, como él mismo decía, es capaz de tener un pedazo de casa alucinante en una urbanización de lujo en las afueras de Madrid, un ático de lujo en la isla de Arosa en un edificio conocido como “Villa psoe” y además lleva a sus hijos a un colegio bilingüe de lujo de los más caros de expaña; por supuesto eso es lo que sabemos, pero es probable que haya más, muchísimo más.
Pepiño es una auténtica abuela de las de antes, es capaz de estirar y estirar y estirar y estirar y estirar y estirar y estirar y estirar su mísero sueldo más allá de toda lógica y comprensión. Hasta que no vi eso no creía en los milagros, pero ahora soy un fiel e incondicional creyente. Loado sean Pepiño y sus milagros.
Aquí os dejo un corte de audio en el que el Marmolillo© de Fomento nos hace llorar con sus penurias económicas en comparación con los privilegiados, secuestradores, extorsionadores, chantajistas, pijos, h***s de p**a y cabr***s de los controladores aéreos. ¡Qué voz quejumbrosa!, ¡de tristeza!, ¡de honestidad!, ¡de verdadera preocupación por la justicia social!, denota una persona realmente honrada y comprometida con el bienestar de la sociedad. Cada vez que lo escucho, después de derramar unas lágrimas, me dan ganas de ir a la garita de vigilancia de su casa de súper lujo para dejar una limosna.
Deberíamos subir a los altares a este hombre,ejemplo de honorabilidad y honradez.
Creo que se deberían hacer miles de estatuas con su hidalga figura y colocarlas en todas las gasolineras de Ex-paña.
La «abuela» está en los juzgados explicando sus «milagros»
Un buen prestidigitador nunca explica sus trucos. No esperéis que éste lo haga.
Claro que… quizá algún día le dé por escribir un libro:
» Cómo destrozar a un colectivo profesional sin despeinarse» por » El rey del gasoleo, (basado en notas de J. Goebbels)»