La suspensión un día antes de aprobar el folleto por la CNMV impide acceder a información económica relevante de la compañía
Los grandes bancos llevan días avisando sobre los grandes problemas y sobrecostes de cubrir el tramo minorista por el escaso interés de la oferta
A pesar de la suspensión en la noche de ayer se seguían emitiendo anuncios sobre la OPV, una campaña que costó 14 millones de euros
La imposibilidad de cubrir ni el tramo institucional paraliza la salida a bolsa de las loterías
Sorpresa para muchos, pero no para todos. Al final el globo estalló, ni los 110 millones en comisiones, ni los 14 millones de la campaña de publicidad, ni los asesores millonarios, ni la fortaleza de la última joya de la corona del Estado han podido con los mercados. Así mientras se decía que se iban a pagar unas comisiones más bajas que la media del mercado por colocar un valor tan seguro, la falta de demanda ha llevado a una única solución, suspender la salida a bolsa, un aplazamiento que lleva la pelota del tejado del próximo gobierno.
Las alarmas ya habían saltado hace días, a pesar del empecinamiento del Gobierno y del gestor actual Aurelio Martínez de mantener una oferta, permitiendo un descuento de hasta el 10%, los datos de los gestores eran demoledores, para cubrir el 40% de la OPV tenía que rebajarse al menos un 30%, lo que llevaba a que el Estado en el mejor de los escenarios recaudara más de 2.000 millones menos de los previstos.
Peor era el escenario en el tramo minorista, aunque como adelantó ayer extraconfidencial.com se invertirían 30 millones de euros más para asegurar la venta, el interés era mínimo, tanto que uno de los principales “colocadores” como era el Banco Santander con su enorme red de sucursales, había dado prioridad a vender a sus clientes su actual oferta de Pagarés (5.000 millones de euros ampliables a 7.500 millones) por encima de la OPV de Loterías.
Opacidad en los datos
Así ante el fracaso seguro, se ha decidido un día antes de la aprobación del folleto por la CNMV suspender la operación. Un dato más que importante y que nos priva de poder acceder a información relevante de la compañía.
Pero la operación no ha salido gratis, 14 millones de euros se ha pagado a Shackleton por la campaña, Rothschild fue nombrado asesor fiscal de la operación, la empresa de consultoría y auditoría PricewaterhouseCoopers fue nombrada asesor estratégico, y Clifford Chance y el despacho Uría Menéndez los asesores legales de esta privatización parcial y los bancos aun suspendida la operación se llevaran un “piquito” por los servicios prestados.
Los que no van a cobrar más son los trabajadores de la CNMV que se quedaron sin vacaciones este mes de agosto para al final acabar en nada.
La pregunta es ¿Qué pasará por AENA? Después de todas las maniobras de José Blanco, incluido echar a los leones a los controladores, pintan bastos.