El proyecto de la torre de control remota de Peinador, Vigo, es otra de las futuras torres remotas que junto con la de Menorca, cuya puesta en marcha estaría pendiente de que la Agencia Española de Seguridad Aérea emita un informe favorable, está registrando deficiencias que afectan significativamente a su puesta en funcionamiento.
Aena ya instaló a principios del año pasado, 14 cámaras que ofrecerán una visión de 360º para dar servicio a esta nueva torre de control remota y que, en teoría, permitirán controlar las llegadas y salidas de vuelos desde un edificio anexo y sin visión directa sobre la pista. De esta manera, desde la Torre de Peinador se controlaría el tráfico aéreo de distintos aeropuertos, y posiblemente, el tráfico de A Coruña en remoto.
A pesar de que actualmente, la Torre remota de Vigo está en proceso de pruebas de sistemas, queda aún pendiente la formación del personal tanto técnico como operativo, en un proyecto en el que una de las principales ventajas radica en conseguir “una visión más óptima y mejores prestaciones que el ojo humano” y en la que no se requiere por tanto, que los controladores estén ubicados físicamente en las torres de control.
Sin embargo, AESA tiene la última palabra, ya que su validación dependerá de que se consiga esa visión esperada desde la torre para poder gestionar de manera adecuada y eficaz el tráfico del Aeropuerto de Peinador, cosa que, en principio, y según fuentes consultadas, no parece estar funcionando como debería, incluso hay gran dificultad en la detección y reconocimiento de las aeronaves tanto en salidas como en llegadas.
La respuesta de Aena, aún inmersa en pruebas, viene a confirmar la premisa de que cada tecnología tiene una filosofía en la que en ocasiones, además de ser innovación, se termina finalmente convirtiendo en una simple una solución viable y accesible que necesita de su periodo de adaptación y de testeo, que conlleva el consiguiente proceso de ralentización y cuyos estándares de seguridad han de ser evaluados exhaustivamente.
Por tanto, el gestor prosigue con la adecuación de la tecnología y la instalación de todo el equipamiento de la sala de control especialmente habilitada para llevar a cabo la gestión del trafico aéreo, desde el antiguo parking del aeropuerto de Peinador, donde se ha construido esta obra.
Origen de la Torre remota de Peinador
El contrato de este proyecto piloto fue iniciado en 2019, para ser posteriormente adjudicado a las empresas FerroNATS y Searidge, encargadas de la parte tecnológica del Centro de Control de Vigo. Este proyecto prevé dirigir el tráfico aéreo de forma remota y a través del uso de cámaras y sensores.
Aunque en la actualidad, la torre remota de Vigo está en proceso de pruebas de sistemas, queda además pendiente la formación del personal tanto técnico como operativo, en un proyecto cuya principal ventaja es la de proporcionar a los controladores de torre una visión total, de todo lo que ocurre en las infraestructuras que supervisan.