Cada suicidio de un controlador aéreo español será acogido con gran alegría en las oficinas de Aena, en los despachos del Ministerio de Fomento, en ciertas consultoras (objetivo cumplido ¿verdad chicos?), entre tertulianos sabelotodo de toda laya y condición, entre periodistas meaplumas lacayos del poder, entre directivos de las empresas que se quedan con el pastel de Aena (aumento de beneficios ¿verdad?), entre sindicatos-políticos-traidores subvencionados, entre jueces/comisarios-políticos, fiscales, abogados del Estado, entre abogados ávidos de sacar tajada mediática y crematística, entre codiciosos empresarios-explotadores del sector turístico, entre compañías aéreas cómplices de Aena y entre la chusma envidiosa que tanto mal nos desea.
Liberales y socialistas aplaudirán. Habrá coros y danzas, pasacalles, fuegos artificiales, programas especiales en cadenas de televisión=basura con famosillos vomitando todo tipo de sandeces.
Toda la jauría aullará de placer y salivará al oler la sangre de controlador… “ya tenemos uno, ahora a por los demás”.
Esperemos no dar la oportunidad para que todo esto ocurra, pero la estrategia que están empleando con los controladores aéreos españoles es la misma que la que emplearon con los empleados de France Telecom y que tan buenos resultados dio: hacer de nuestra vida un infierno para quitarnos de en medio.
OBJETIVO: CONTROLADORES AÉREOS
El objetivo final de todo este conflicto de los controladores es uno, el mismo que el de France Telecom: deshacerse de trabajadores caros. En el caso de France Telecom primero era deshacerse de trabajadores caros y con derechos y luego, si las circunstancias así lo pedían, contratar a trabajadores con contratos-basura temporales. En el caso de los controladores aéreos en España, el objetivo final es SUSTITUIR controladores caros por baratos y sin derechos ni posibilidad de protestar; esclavos mileuristas, sometidos y desarmados. Pero necesitan tiempo, por ahora no tienen sustitutos, todo llegará.
Mientras tanto nos están sometiendo a una presión extrema, a miedo al despido, a presión judicial, a amenazas continuas, a incertidumbre en todo tipo de cuestiones laborales, a denegaciones de derechos básicos, etc. Esta situación se extiende a lo largo del tiempo y crea un verdadero descalabro en la estabilidad emocional del trabajador así como en sus relaciones de familiares, de pareja y de amistades. El daño va mucho más allá del simplemente laboral.
¿Era necesario hacer la campaña pública de descrédito que hizo el Ministro de Fomento contra los controladores aéreos?, ¿cada vez que se quiera regular las condiciones laborales de un colectivo de trabajadores se emprenderá una campaña pública de descrédito similar?, ¿por qué todo un Ministró aireó el “supuesto” sueldo de unos trabajadores para poner a toda la población en contra de ellos?.
En noviembre de 2009 el Ministro de Fomento comenzó a hacer públicos los “supuestos” sueldos de los controladores aéreos, añadiendo que nuestra productividad era nula, que al bajarnos los sueldos bajarían las tasas aéreas y con ellas los billetes, e incluso que habíamos cobrado “ilegalmente” (¿?), etc. etc. etc. Aproximadamente dos meses después vino un Real Decreto que destruía no sólo las condiciones laborales del Convenio Colectivo en vigor, sino que imponía unas condiciones mucho peores que las de cualquier controlador aéreo del mundo civilizado.
Si aquel hubiera sido legal (otra cosa muy distinta es que se le dé legalidad) y además sólo se persiguiera regular las condiciones de trabajo de unos “privilegiados”, toda aquella campaña de desprestigio y deshumanización no se hubiera producido, simplemente se hubiera legislado sin repercusión mediática y punto.
Con esta campaña, que por supuesto está siendo sostenida en el tiempo, se pretenden dos cosas: primero, dar apoyo público a una barbaridad y, segundo, destruir la imagen pública del colectivo para destrozarnos psicológicamente y facilitar lo que tienen en mente para nosotros.
Después de la campaña mediática inicial, bien amplificada por todos los medios de masas, y del primer Real Decreto, vinieron leyes, más reales decretos y órdenes ministeriales (más de 20 en un solo año) que terminaron de destrozar nuestra profesión y nuestra resistencia psicológica.
MOBBING
Veíamos en la primera parte de este informe varios aspectos de la gestión de France Telecom que habían influido en la destrucción psicológica de sus trabajadores. Quizás el fundamental fue la inestabilidad provocada por los traslados, tanto de función dentro de la empresa, lo que supone una adaptación a la nueva actividad muchas veces no deseada, como de localidad, con lo que ello supone de mudanzas, colegios, vivienda, amigos, familia, etc. Incluso cuando las condiciones son malas, la estabilidad, el saber a qué atenerse, es un factor positivo. Eso lo saben perfectamente los que quieren destruir a las personas: dale inestabilidad, que no sepa a qué atenerse, cámbiale las normas, actúa con arbitrariedad, aleatoriamente, no le dejes planificar nada en su vida y al cabo del tiempo lo habrás destrozado.
Hemos visto antes que durante el año 2010 los controladores sufrimos más de 20 acciones legislativas contra nosotros. La legislación fue haciéndose progresivamente más dañina. Si desde el principio hubieran legislado en contra, pero todo de golpe, hubiera habido estabilidad dentro de lo malo, pero estabilidad. Los cambios y el deterioro progresivo de la legislación contra los controladores aéreos cumplieron bien su función destructiva.
Mientras tanto la campaña mediática de descrédito ha seguido imparable: acusaciones de absentismo laboral (Aena considera absentismo laboral las vacaciones de los controladores), de huelgas encubiertas, de falta de profesionalidad, etc. Es casi inconcebible que en España haya al año casi 2.000.000 de movimientos de aviones y entren millones y millones de turistas por avión con unos controladores aéreos así, no se entiende.
Sin entrar en mucho detalle veremos cuestiones que nos afectan negativamente en la actualidad a los controladores:
– Amenazas continuas de sanciones.
– 28 días de trabajo en un solo mes (hay pruebas documentales).
– Recomendaciones veladas a los médicos de la SS para que no den bajas (tenemos pruebas documentales). Ahora hay médicos que directamente trabajan para la empresa.
– Cuando se produce una baja por enfermedad inspecciones sanitarias instantáneas y reiteradas. Aquí no hablamos de que tengas la posibilidad, como cualquier otro trabajador, de ser llamado por la Inspección de Sanidad, decimos que siempre y en toda ocasión eres llamado repetidamente por la Inspección de Sanidad si eres controlador aéreo.
– Aumento de la jornada muy por encima de la media europea.
– Eliminación de la jubilación anticipada (derecho inherente a esta profesión en todo el mundo).
– Reducción del sueldo base (no hablamos de las horas extras).
– Manipulación de datos de productividad enviando datos falsos a Europa para utilizarlos en contra de nuestra imagen pública.
– Imaginarias no pagadas. Cuando estás de imaginaria estás disponible para la empresa, pero si no te llaman finalmente no te cuenta nada más que un 20% del tiempo total.
– Tener que devolver las bajas laborales el resto del año. Una enfermedad no es “actividad aeronáutica”, así que no afecta al cómputo de horas anual.
– Tener que devolver las bajas por maternidad/paternidad en el resto de año. Mismo caso anterior.
– Tener que devolver las horas sindicales de los representantes en el resto del año (lo que dificulta la actividad sindical). Mismo caso anterior.
– Contar el verano desde el 1 de junio hasta el 31 de septiembre. El laudo de M. Pimentel establece este curioso verano para los controladores, de tal modo que, por ejemplo, unas vacaciones del 1 al 15 de junio (primavera) son consideradas en el caso de los controladores de verano, perdiendo así la posibilidad de disfrutarlas realmente en verano.
Además de lo anterior hay que sumar otras acciones que persiguen que el controlador tenga una inestabilidad absoluta, no pueda planificar su vida con tiempo y no sepa a qué atenerse:
– Sacar los turnos de trabajo con tan solo un mes de antelación. En Alemania los sacan con 3 meses y el sistema funciona perfectamente. Un mes es absolutamente insuficiente para planificar ciertas cosas en la vida.
– Denegación o aceptación de “moscosos” en el último momento. Al no saber con algo de antelación si te conceden o no el “moscoso” en el día solicitado, tampoco puedes planificar nada.
– Denegación de permisos varios siempre en el último momento para que no puedas planificar.
– Adjudicación forzosa de vacaciones. Se trata de que no puedas disfrutar las vacaciones cuando quieres. Se amparan en necesidades del servicio, pero a otros les adjudican también a la fuerza las vacaciones donde a ti te las habían denegado, de tal modo que no es por “necesidad”, sino por dañar.
– Servicios Express. El controlador aéreo es esclavo de la empresa 365 días al año. Saltándose la programación de un mes de antelación, de un día para otro la empresa llama a controladores, de modo que nunca sabes cuándo tienes un día libre, tu vida no es tuya, es de la empresa.
– Denegar cambios de servicio continuamente y siempre en el último momento. Los cambios de servicio son inherentes a las profesiones donde se trabaja a turnos, dos compañeros se cambian un día por otro y el servicio está perfectamente cubierto. La empresa deniega estos cambios habitualmente y siempre en el último momento para que no puedas planificar tu vida en absoluto.
– Nombramiento de un servicio express en un día cambiado. Cuando haces un cambio de servicio es porque necesitas ese día. La empresa está nombrando sistemáticamente servicios express en días que los controladores nos hemos quitado mediante un cambio de servicio.
EL PAPEL DE LA OPINIÓN PÚBLICA
Los controladores aéreos no necesitamos a la masa para realizar nuestra función, los políticos sí. Los mandos del Ministerio de Fomento y Aena llevan empleando técnicas de propaganda contra los controladores aéreos desde el principio del conflicto, pero ¿por qué ha funcionado tan bien entre la opinión pública?, ¿por qué “ha colado” tan bien la falsa propaganda de los acosadores?. Había un terreno abonado.
En primer lugar hay que decir que las técnicas de propaganda funcionan muy bien, quien crea que no se deja engañar por la propaganda y que es capaz de detectarla en seguida es quien más cae en sus redes porque desconoce su dinámica totalmente. La propaganda es efectiva cuando no es detectada por el objetivo de ella, así las personas son manipuladas por una inteligente propaganda que les hace creer que son autónomas en sus decisiones cuando en realidad piensan y actúan siguiendo los intereses de los propagandistas. Este no es el sitio para analizar en profundidad el fenómeno de la propaganda, así que lo dejamos aquí.
En segundo lugar se da un sustrato verdaderamente repugnante en la masa actualmente: “si yo estoy mal, tú también tienes que estar mal”. Nos encontramos en una crisis tanto económica como social enorme. La gente en general es muy infeliz, tiene muchos problemas en sus propios trabajos (y eso el que lo tiene) y en su vida social y familiar. Sueldos de miseria, condiciones de trabajo lamentables, precariedad laboral, miedo a perder el trabajo, jornadas interminables; todas estas cosas forman parte de la vida diaria en España. La gente en vez de reaccionar buscando un futuro mejor para sí misma, desea el mal para los demás como medio de alivio psicológico. No le reporta ningún beneficio personal, pero el que a otro le vaya bien no lo puede soportar. Los controladores aéreos sabemos mucho de esa enfermedad.
EL CIERRE DEL ESPACIO AÉREO EL 3 Y 4 DE DICIEMBRE DE 2010
Por el momento no podemos decir mucho al respecto, hay acciones judiciales en marcha y esto condiciona nuestra libertad de hablar abiertamente. Pero queremos dejar un punto bien claro: el gobierno español cerró el espacio aéreo porque así lo tenía planeado para ese puente. Los controladores aéreos ni planeamos, ni participamos, ni indujimos, ni forzamos, ni queríamos el cierre del espacio aéreo.
Esta operación de cerrar el espacio aéreo y culpar del cierre a los controladores perseguía varios objetivos. Por un lado tenían una excusa para decretar el estado de alarma que permitiría tomar medidas dictatoriales en caso de que hubiera protestas populares por los recortes sociales, por otro lado se creaba un enorme revuelo que desviaba la atención de esos recortes tan impopulares y por último daba el golpe final a un colectivo de trabajadores ya machacados y preparaba la jugada de la imposición del laudo “voluntario” que tenían preparado desde hacía mucho tiempo, lo de Pimentel fue un puro teatro.
Y no nos olvidemos: el día 3 de diciembre de 2010 se producía la privatización de Aena y las Loterías por Real Decreto.
Aquí lo dejamos por ahora.
EL LAUDO ATRIBUIDO A PIMENTEL
Auténtica basura. Los controladores tenemos la sensación de que Pimentel ha puesto su firma con una mano en lo que le han dado, mientras que la otra la ha extendido para cobrar una jugosa cantidad de dinero por no hacer nada.
El laudo atribuido a Pimentel lo único que hace es poner sobre el papel todo aquello que ya estaba en la multitud de leyes, reales decretos y órdenes ministeriales secretadas durante el año anterior.
Tan sólo un ejemplo: hasta el momento del laudo a cada controlador se le entregaba el recibo de la nómina individualizado. Aena quería no tener que hacerlo y quería que fuera el propio controlador el que entrara en la Intranet de la empresa para conseguirlo. El laudo de Pimentel estableció: “Se establece expresamente la creación de un recibo electrónico de salario que sustituye al actual recibo en papel. Dicho recibo electrónico será susceptible de ser consultado e impreso mediante alguno de los medios tecnológicos de la entidad”.
¿Qué podía saber Pimentel al hacer el laudo sobre cómo nos entregaban las nóminas, cuando eso es un detalle menor de burocracia interna?. Lo único que demuestra es que firmó todo lo que quería la empresa.
CONCLUSIÓN:
Quizás mucha gente que lea este informe piense que no puede ser verdad, que es excesivo, que mentimos para defendernos, que somos parte interesada y que no somos objetivos, que somos demonios y que de nosotros no puede salir ninguna verdad. Que la situación de France Telecom con todos esos suicidios nada tiene que ver con la que estamos viviendo los controladores aéreos ahora en España.
En realidad nos hemos quedado muy cortos, al mobbing se le llama el “asesinato silencioso” porque no deja huellas, es dificilísimo de probar, y eso en condiciones normales, en el caso de los odiados controladores aéreos aún más. Resulta imposible hacerle entender a una masa manipulada y enferma de odio un montón de cuestiones, muchas de ellas psicológicas e indemostrables, sobre el conflicto de los controladores aéreos.
Quedan muchas cosas en el tintero porque, a pesar de que tenemos la certeza de que son de una relevancia esencial, no tenemos pruebas. Nos referimos al papel de consultoras como McKinsey que fue contratada por Aena en el año 2006. ¿Cuál es el papel de esa empresa en la destrucción de los controladores aéreos?, ¿tuvo algo que ver también con la época negra de France Telecom?.
Las malditas privatizaciones y sus astronómicos beneficios están detrás del problema. Y es un problema internacional, funciona igual en todas partes. Para quedarse con el negocio público las empresas privadas exigen quitarse de en medio a trabajadores caros y con derechos. La cuestión es que los poderes económicos globales y locales, y sus marionetas políticas de izquierdas y derechas (tanto monta, monta tanto, los dos trabajan para el banco) consideran a las personas unidades económicas intercambiables, sin alma, sin sentimientos, sin valor más allá del económico; pero además el valor económico que nos asignan es el de coste: un trabajador es un “coste”, de ahí la expresión eufemística tan oída “hay que reducir costes”, lo cual traducido al lenguaje real significa despidos.
Otra obsesión de los neotiranos empresariales de la actualidad es la de “aumentar la productividad” a toda costa, lo que se acompaña habitualmente de una auténtica obsesión por medir el rendimiento del trabajador en todo momento, lo cual genera una presión adicional a la ya existente. En Japón algunas empresas monitorizan si sus empleados sonríen con la suficiente frecuencia a los clientes.
En el mundo globalizado se exige al trabajador una productividad enfermiza y además lealtad y compromiso absolutos. Y además las empresas se reservan el derecho de prescindir fácil y gratuitamente del trabajador a la más mínima necesidad real o de simple conveniencia. Todo ello acompañado de recortes de derechos y sueldos.
Privatizar beneficios y socializar pérdidas, esa es la expresión que mejor lo define, y de por medio van dejando un rastro de cadáveres, literalmente.