Por C: controlador aéreo
Hemos recibido un correo electrónico de una mujer llamada N (no pongo tu nombre entero para preservar tu privacidad). No me resisto a ponerlo públicamente, espero que no te moleste N. Y no me resisto porque has llenado de emoción nuestros corazones y especialmente el mío. Hay muchas otras personas que nos han agradecido el trabajo que hacemos, algunas participan incluso con comentarios a los artículos. A todos vosotros os estamos muy agradecidos. Pero N tu correo es muy especial.
Llevo tres años desgañitándome (tanto por escrito como por Radio Spica) con la intención de contar la “otra historia”, la “versión no oficial”, de este falso conflicto que protagonizamos los controladores aéreos. Como bien has visto N, esto no lo hace casi nadie, y no me refiero a periodistas o gente ajena al control aéreo, sino dentro de los propios controladores. Tristemente imperan la corrección política, la suavidad, la delicadeza… y ¿para qué nos han servido? para que la falsa versión oficial de todo el conflicto y especialmente del golpe de estado de diciembre de 2010 haya aplastado a la verdad. Soy tan partidario como el que más de las buenas formas, pero también soy partidario de no callar y de llamar a las cosas (y a las personas) por su nombre cuando la ocasión lo requiere. Y como tú muy bien expresas en tu correo, N, nos han destrozado nuestra profesión y nuestras vidas, así que esta ocasión lo requiere.
Por supuesto no soy tan ingenuo como para pensar que teniendo enfrente actuando al unísono al mal llamado “cuarto poder” (en realidad existe un único poder) podríamos haber “ganado” la batalla de la comunicación. Pero podríamos haber hecho más, muchísimo más. El problema es que no ha cambiado nada, no hemos aprendido nada, seguimos en la misma línea ineficaz que no nos ha servido para nada.
Algunos otros y yo hacemos lo que podemos pero desgraciadamente nuestra fuerza es muy limitada. A veces nos ha dado la impresión de que hablábamos a una pared, pero tu correo nos demuestra que no. Tú y otras personas a las que no quiero citar ni siquiera con iniciales para no dejarme a nadie, hacéis que merezca la pena el esfuerzo.
N, hace tiempo que estoy pensando en volver a hacer programas de Radio Spica. Si los dejé es porque ponía el alma en ellos y mi alma a estas alturas está muy dañada. Pero tras tu correo habrá al menos uno más y ese será tuyo, será un pequeño regalo por tu enorme comprensión y apoyo.
Gracias de todo corazón. C.
Aquí tenéis el correo de N.
¡ Hola C !
Me llamo N y sigo la web desde hace algún tiempo, en ella he encontrado la información más clara y de calidad sobre vuestro conflicto. Gracias por responder todas las preguntas que tenía sin respuesta y aclarar la confusión que había en mi cabeza sobre lo que pasó ese fatídico 2010. También quiero agradecerte el que sigas contando como está la situación en la actualidad.
Lo que os han hecho a los controladores aéreos no tiene nombre, ha sido un abuso, una cabronada, etc… Con todo lo que han hecho no solo han destrozado vuestra profesión, os han destrozado como personas, han hecho daño a vuestras familias y han puesto en peligro la vida de todas las personas que cogen un avión, ¿y todo esto para qué? para llenar sus cuentas bancarias y las de sus amigotes de más asqueroso dinero.
Lo que te voy a decir ahora no sirve de mucho, pero quiero que lo sepas de todas formas, no estáis solos yo os apoyo. No me voy a poner medallas, ni a decirte que a mí no me la colaron, al principio me lo creí, pero cuando vi que pasaban las horas y que lo único que hacían en la tele era hablar de vuestros sueldos, me empezó a oler a chamusquina el tema y dejé de creerme lo que decían en la tele, después comencé a buscar información sobre el tema, al principio era bastante confusa, pero poco a poco fui encontrando información buena hasta que un buen día di con vosotros.
Tengo una anécdota bastante ñoña de mi infancia sobre los controladores y pilotos y ya que estoy, voy a contártela, espero no aburrirte.
Durante mi infancia y mi adolescencia por motivos que no vienen al caso, tenía que coger muchos aviones sola, mi madre para que no me diera miedo, me contaba maravillas de los pilotos y los controladores, acabé por poneros un nombre os llamé mis papás invisibles del cielo, te parecerá una tontería, pero siempre que me entraba miedo en un avión pensaba en vosotros y el temor se esfumaba, desde entonces siento un especial cariño hacia las personas que ejercen esas dos profesiones, me sentía segura y ahora unos psicópatas hijos de la gran puta me han quitado eso, no es justo, yo quiero volver a sentirme segura cuando me monte en un avión.
Bueno para acabar, solo me queda por decirte que la radio spica me encantaba y que me gustaría que volviera.
Saludos, seguid luchando y recordad que no estáis solos.
N.
A mí, que tanto me he caracterizado siempre por hablar hasta por los codos, el correo de N. me deja sin palabras. Sin embargo, intentaré, aunque sea el único en hacerlo, dejar aquí mi comentario; sencillamente porque un sentimiento así, y más viniendo de alguien que entiendo no pertenece al colectivo de Controladores y que se expresa de esa forma, hasta con sentimientos de cuando era una niña, lo merece más que nadie. A esta persona yo la nombraría «Controladora honorífica», y predilecta.
Yo vengo comentando en todos los foros posibles desde el mismo día 5 de Febrero de 2.010. Y si no comencé antes, fue porque tengo que reconocer que en mi ingenuidad y bienpensar de todo el mundo, nunca podía imaginar que nadie fuera capaz, ni tan perverso, como para orquestar y realizar semejante canallada contra seres humanos y trabajadores. Me equivoqué e intento lavar ese error lo mejor que puedo; no hay, por tanto, mérito personal alguno en mis parrafadas repartidas por ahí con el único objetivo de contar mi verdad y con ella defender a muerte y hasta la muerte a cualquier antiguo compañero de Control y a todo el colectivo sin excepción salvo al que haya actuado como traidor y haya sido o siga siendo colaborador necesario del enemigo. Lo siento, mi mentalidad conserva mucho de militar, y sé lo que se hace en la guerra con los traidores y los espías. Para ellos no puede haber indulgencia. Esos, si alguna vez fueron compañeros, e incluso alguno hasta amigo, dejaron de serlo y para mí han muerto. Sin gloria ni honor, pero están muertos, y lo único que merecen es una oración para que Dios les perdone y no les tenga en cuenta el daño moral y los dramas personales y familiares que han ayudado a ocasionar «a los suyos». Si alguno quiere pedir perdón o excusarse diciendo que fue engañado, ya ha tenido tiempo en cuatro años de haberse postrado de rodillas ante los compañeros e implorar clemencia. Si ninguno lo ha hecho hasta ahora, mejor que desechen la idea. porque nadie les iba a creer ni tendría utilidad práctica alguna.
A mí me da igual que unos os llaméis USCA, otros Spica, y el resto no tengáis nombre. Yo no entro en siglas ni en disputas familiares, ni son de mi incumbencia. Para mí cualquier Controlador es por definición mi hermano, y como tal doy la vida por él si alguien atenta contra su honor. Esto, el honor, es el único interés que me obliga a esa defensa a ultranza. Me gustaría decir como el clásico, que el honor es sólo patrimonio del alma, y que ésta sólo es de Dios. Será verdad, pero a nosotros nos han robado y pisoteado nuestro honor al despojarnos de nuestro buen nombre como profesionales y como personas. Y eso no puede quedar impune. Por lo tanto, hay que continuar hasta terminar de destapar toda la podredumbre que queda enterrada bajo los escombros de esta profesión, y poner frente a la justicia de verdad a todos los que participaron en el expolio.
Gracias N y también gracias a todos los «Enes» anónimos que nos apoyáis.
Gracias por tu comentario, N. Si tan solo uno de cada mil personas tuvieran tus buenos sentimientos y tu claridad mental no nos veríamos en esta situación. Lamentablemente España se ha convertido en una nación de borregos que se tragan todo lo que los medios de desinfomación les echan, sin pararse a pensar ni un segundo en la intención del «periodista» o del «locutor» de turno.
De todo corazón, GRACIAS.
¡ Hola a todos!
Muchísimas gracias a todos, me habéis dejado sin palabras, Gracias por tú comentario HV, al igual que me ha pasado con C me han emocionado mucho vuestras palabras, no pertenezco al colectivo de controladores, ni tampoco tengo familiares que pertenezcan a vuestro colectivo, pero vuestro trabajo siempre me ha parecido fascinante y hermoso, aunque lleváis una responsabilidad sobre vuestros hombros que la mayoría de la población no sería capaz de llevar, si vosotros no hacéis bien vuestro trabajo los aviones se chocarían, sois en cierta manera los guardianes de los cielos y cuidáis de los pasajeros. Si a vosotros no os proporcionan el material necesario, los tiempos de descansos necesarios etc… no podéis ejercer bien vuestro trabajo, acabaréis cometiendo algún error o despiste a causa del cansancio y el estrés, si eso pasa ocurriría una desgracia.
No entiendo como la gente no ve la labor que hacéis, nos mantenéis seguros y sois los ojos de los pilotos en los aterrizajes, en los despegues y durante el vuelo, os encargáis de dejarles el camino libre cuando tienen una emergencia etc…
Tampoco entiendo como la gente no os apoya, estáis luchando por vuestros derechos pero al mismo tiempo también estáis luchando por los derechos de los pasajeros, al menos yo lo veo así, si vosotros tenéis unas buenas condiciones y ambiente laborales, la gente estará segura, si estáis estresados y cansados cometeréis errores y los pasajeros no estarán seguros. La gente debería ayudaros y no apalearos.
Espero de corazón que la situación se arregle y que paguen los cabrones que han creado el conflicto sin necesidad.
Saludos, N.
De nada, N. es un placer, y de bien nacidos ser agradecidos. Por lo que a mí personalmente atañe, creo en los ángeles de la guarda, porque alguna vez tuvieron que actuar, para cuidar no ya sólo de los aviones que estaban en mis manos, sino de mí avisándome a tiempo para que «viera» una situación difícil con peligro. A veces a altas horas de la madrugada y con tráfico mínimo, o en situaciones de medios precarios y no fiables, es cuando una preocupación o cansancio mental te pueden jugar una mala pasada, de esas que ya no olvidas nunca y te dejan marcado. Y allí están ellos, los ángeles, que te sacan del apuro.
Si alguna vez, Dios no lo permita, por cualquiera de las razones que enumeras, se viese implicado en algo terrible, nadie tendría compasión de él y lo entregarían a la plebe para ser linchado incluso antes de darle ocasión de explicar nada. Ya ocurrió Suiza hace unos años, que un pobre hombre que había perdido a su esposa y niños en un accidente, buscó al controlador y lo mató sin mediar palabra. Luego, la comisión técnica que hizo la investigación, concluyó que el controlador era el menos culpable de todos los implicados por las condiciones en que le habían obligado a trabajar cuando ocurrieron los hechos. Ningún juez le había procesado después de seis meses, y alguien que debió volverse loco, lo mató. Si ese controlador hubiera estado protegido por las autoridades, quizás hoy seguiría con vida y hubiera podido explicar ante los jueces las condiciones en que trabajaba en cuanto a fallos técnicos de todo tipo. Si eso ocurre en España, con lo cainitas que somos, no habría durado ni aquellos seis meses de habeas corpus.
Las gracias, a ti y a todas las personas de corazón noble y con la inteligencia necesaria para no dejarse hipnotizar por ninguna campaña de acoso y derribo contra nadie.
Gracias N de un controlador que ya está en casa porque esta gentuza se lo quiso quitar de en medio por tener más de 57 años. Después de 39 años trabajando como controlador me hicieron la vida imposible y decidí irme a casa.Gracias y gracias mil veces por apoyarnos.
Un abrazo.
Hola HV!
Me has dejado impresionada con la historia del controlador de suiza, no lo había oído, yo alucino con estas cosas, los políticos cada vez están más protegidos sin embargo la población está desprotegida y lo más triste es que los mayores verdugos somos nosotros mismos con nuestros propios congéneres. No es justo.
La verdad es que tenéis el cielo ganado, por todos los peligros a los que estáis expuestos.
Espero que algún día se reconozca la labor que hacéis.
Hola Hombre Libre!
Siento muchísimo que te hayas tenido que ir para casa, es una tragedia que te obliguen a dejar tu vocación, sinceramente por mucho que leo lo del conflicto no lo entiendo, no tiene sentido, ¿por qué tanta maldad?, si querían el dinero que lo cojan y se lo metan por donde les quepa, pero ¿Por qué haceros tanto daño? no lo entiendo, no lo entiendo y no lo entiendo.
No me tienes que dar las gracias por apoyaros, la que tiene que daros las gracias soy yo a vosotros, hay dos razones por las que os apoyo, la primera por que lo que os han hecho clama al cielo y la segunda es por que durante todos los años que me tocó volar nunca ocurrió nada, todos fueron vuelos tranquilos y eso fue gracias tanto a vosotros como a los pilotos.
Un abrazo muy fuerte y siento muchísimo que te hayas tenido que jubilar sin querer hacerlo.
Lo malo es que los políticos se han «enganchado» a eso de volar, y hacerlo en la mejor y más cara de las clases, con reserva asegurada siempre, y además gratis, a costa de sudor y las fatiguitas de los currantes y/o en aeronaves oficiales de Estado para ellos solos y su séquito y periodistas de confianza. El caso es que no son en absoluto conscientes delos riesgos inherentes a moverse en un medio que no es el normal para el ser humano. Un prestigioso médico amigo mío, cuando yo le exponía las excelencias de volar, pues era muy reacio a ello, y le explicaba cómo funcionaba todo el tinglado, me decía; «Sí, todo eso está muy bien y yo loentiendo, pero si Dios hubiera querido que el hombre volara, le habría dotado de alas como a los pájaros». Yo no soy tan desconfiado, por supuesto, porque creo que Dios dotó al hombre, bueno, a algunos hombres y mujeres, que no a todos, con una inteligencia capaz de hacer hasta milagros tales como fabricar aviones, pilotarlos, y, cómo no, controlarlos llevándolos seguros desde que ponen en marcha los motores hasta que los apagan en destino, con toda la tela que hay que cortar por medio para eso. Un político que no fuese un auténtico experto (no necesariamente ingeniero aeronáutico) en este mundo, por muy buena voluntad y honradez profesional que ponga, no puede entender ni intuir lo que significa ir al mando de una aeronave ni lo que es estar controlando desde abajo hasta 45 de ellas a la vez, que he tenido yo, con equipos precarios, no fiables por fallos continuos (en los viejos tiempos, hace más de treinta años), tener a varios en vector radar a altitud mínima permitida para vectores, y de pronto, quedarte sin radio y a veces sin radar durante unos minutos, que son eternos, con el corazón oprimido y parado, la boca seca y un nudo en la garganta. O, cuando algo se te ha casi ido de las manos y dos se pasan demasiado cerca; ahí es que se detiene el tiempo y con él tu capacidad para respirar, y tienes que controlar tus propios miedos, sentimientos y pánico momentáneo para que no pueda contigo y te bloquee. Y tienes que seguir allí, porque el tráfico y su evolución no se ha congelado como en un simulador para darte un respiro y resetearte, antes bien, eso continúa inexorable y evolucionando y cambiando todo el esquema que tú tenías, y tienes que retomar el mando de la situación y procurar aparcar tu terremoto mental del momento en el último rincón de tu memoria, pues ya tendrás tiempo después, durante unos días, para reproducir en tu inconsciente una y mil veces la secuencia, que ese inconsciente se encargará de hacerte difícil el sueño, con sus pesadillas y sudores fríos durante la noche. Después, con el tiempo, a veces con mucho tiempo necesario, ves la cosa con una perspectiva más racional y objetiva, y eso te ayuda a que ese recuerdo no pase «a mayores» en tu estado anímico futuro.
¿Qué saben ellos lo que es estar delante de un toro bravo, con la plaza hasta la bandera, con los pitones a veinte centímetros de tu corazón, hacerle un desplante, darle la espalda y salir andando tranquilamente, con elegancia y chulería mirando al tendido?. Todo esto son emociones tan fuertes, que hay que tener la azotea muy bien amueblada.
De lo único que saben ellos es de matemáticas, en el más extenso alcance de los números.
Perdona, amiga N., y todo el que lea esto, la extensión. Pero a los mayores ya sólo nos queda la memoria, somos nuestra memoria, y sentimos la necesidad imperiosa de contar nuestras experiencias, porque sabemos que ya nos queda poco y no queremos que queden inéditas.
Un abrazo a todos.
Hola HV!
Me encantan tus comentarios, cuentas cosas interesantes o al menos a mi me lo parecen. Me has dejado alucinada con lo que has contado en el mensaje anterior, la verdad es que no solo los políticos con buenas intenciones no pueden entender el estrés y al cúmulo de sensaciones y sentimientos a los que estáis expuesto cada día en vuestro trabajo, tampoco la gente de a pie como yo, puede saber con exactitud a lo que os exponéis a diario. En mi caso, entiendo perfectamente el acoso laboral al que estáis sometidos desde hace años, por que en mi trabajo desde que comenzó esta puñetera crisis, en mi empresa el mobbing es moneda de curso, y el bullying lo fue en mi época escolar (No sientas pena por mi, pasar por eso me hizo más fuerte y aprendí a defenderme con inteligencia, a detectar a los acosadores y a mantenerlos a raya dentro de mis posibilidades).
Mientras más leo sobre vuestras funciones y la labor que hacéis más increíbles me parecéis, y me doy cuenta que no todo el mundo tiene las aptitudes para ser controlador aéreo, que como bien dices debéis tener la cabeza bien amueblada y también muchísima madurez, valor etc…
Para no alargarme más solo me queda por decir, que sois extraordinarios y que me encanta aprender cosas nuevas con vosotros.
Saludos y Abrazos para todos, N.