Spica ha acudido a la Air Integration Week celebrada esta semana en Madrid para entrevistar a uno de los integrantes de la asociación de controladores aéreos Global Air Traffic Controllers Alliance. El es Nick Von Schoenberg, miembro de la Alianza, quien nos cuenta más acerca de esta asociación y nos introduce a los principales problemas a los que se enfrentan los controladores aéreos en países como Estados Unidos o Canadá.
¿En qué consiste Global Air Traffic Controllers Alliance?
Es una alianza compuesta por seis miembros que representa a los controladores aéreos de Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia y España. Nuestra intención es ser la voz de los controladores aéreos de forma internacional y representarnos los unos a los otros. Ofrecemos conocimientos de la industria, impacto de la tecnología, sistemas, condiciones laborales y también poder hablar de temas relacionados con el sector.
¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan los controladores aéreos?
Actualmente a lo que más nos estamos enfrentando es que la normativa actual está perjudicando a las condiciones de los controladores. Particularmente en Estados Unidos y en Canadá es donde estamos viendo restricciones muy importantes que se están realizando a los controladores aéreos, además de unas peores condiciones en el ámbito laboral que están teniendo consecuencias en la salud mental de los trabajadores junto con la fatiga mental.
Además, otro de los problemas a los que nos estamos enfrentando es que cada vez hay menos personas que se quieran dedicar al control aéreo, lo que hace que la edad de jubilación se retarde y que la implementación de nuevas herramientas tecnológicas se dificulte.
¿Por qué no hay tanta demanda para ser controlador aéreo?
No hay una simple respuesta a eso pero se junta con que es un trabajo difícil y que es complicado estudiar para ello. Las calificaciones para poder acceder a este tipo de trabajos y las etapas de entrenamiento y prácticas son muy largas. Todo esto coincide en un momento en el que muchas personas dentro del sector han comenzando a jubilares, algo que también ocurre en España y actualmente no hay una demanda de este trabajo que vaya a suplir las plazas vacantes.
Junto con esto, acabamos de salir de la pandemia, que ha afectado mucho al sector de la aviación.
¿Cuáles serían las ventajas de que un pequeño sindicato como es Spica pudiese entrar en una asociación como esta?
Haría tener un mejor perfil ya que más gente conocería al sindicato y donde estéis. Se les daría una voz y se les representaría en este ámbito con una mayor fuerza. Gran parte del coste de participar en esta asociación tiene que ver con costearse los viajes. Yo viajo desde Canadá y ahora tenemos que ir a un evento en Ginebra, por lo que además del billete de avión, tienes que pagarte la estancia y tienes que dedicarle tu tiempo.
Todas las organizaciones a las que representamos son muy similares. Nuestro objetivo no es tener al mayor número de organizaciones posibles, intentamos ofrecer más bienestar.