El Parlamento de Canarias ha expresado de forma unánime su rechazo a la privatización de las torres de control que afectan a los aeropuertos de Tenerife Norte, Tenerife Sur y Gran Canaria.
A través de una proposición no de ley defendida por el diputado del Grupo Nacionalista (CC-PNC-AHI), Pablo Rodríguez, ha aprovechado para advertir sobre la «posible perdida» del descuento del 75% que actualmente disponen los canarios para poder acceder a la península a través de vía aérea. Asimismo, Rodríguez ha tildado la privatización como «un ataque a nuestro autogobierno» y ha reivindicado la cogestión de Canarias de sus aeropuertos.
Para el diputado del Grupo Nacionalista, la privatización de las torres supondrá una «pérdida de la calidad del servicio que no nos podemos permitir» ya que tampoco estaría contemplado un abaratamiento en el precio de los billetes.
Por su parte, el diputado del grupo socialista, Jorge González ha afirmado que su partido siempre estará en contra de la privatización y ha valorado que todos las formaciones políticas del archipiélago «estén remando en el mismo sentido».
Para el grupo popular, el diputado Carlos Ester se ha mostrado en contra de esta ola de privatizaciones ya que «atenta» contra el Estatuto de Autonomía, algo que ya ha sido demostrado en los aeropuertos de Lanzarote o Fuerteventura en los que se han vivido huelgas de sus trabajadores por «motivos de seguridad». Asimismo, los grupos de Sí Podemos Canarias y el Grupo Mixto han coincidido en que no existe ningún tipo de justificación para privatizar este servicio y que, de efectuarse, habrá «un torpedo en la línea de flotación del turismo canario».