La denuncia respaldada por el Sindicato de Controladores aéreos SPICA, y que partió del controlador aéreo Marcelino Victoria ante la Agencia Europea de Seguridad de la Aviación (EASA), por la “incompatibilidad” de la normativa que regula el desempeño de la profesión de controlador aéreo en España con la Directiva 89/391 CEE, directiva marco sobre seguridad y salud en el trabajo, se ha hecho eco en la prensa sevillana. Tal y como publica hoy el Diario ABC de Sevilla, el informe ha sido apoyado por “más de un centenar de controladores aéreos de toda España “
En dicha información se destaca la “incorrecta traducción, interpretación e implementación de la norma británica que regula este sector” que fue la referencia normativa usada por José Blanco en el RD 1001/2010, y que originó que la carga de trabajo de los controladores aéreos aumentará significativamente “por encima de las recomendaciones de seguridad de EUROCONTROL”.
ABC ha recogido las declaraciones de Victoria, donde alude a otros errores de concepto, y lo que según el denunciante” inhabilitan la norma por completo” puesto que considera que los defectos en el sistema de trabajo “pueden llegar a poner en peligro la seguridad aérea”.
Según ha explicado ABC, para su denuncia Victoria se sirvió del CSR o Critical Safety Report, que se utiliza para la detección de posibles riesgos de seguridad operacional y también para realizar mejoras efectivas referentes a la seguridad en la aviación, la cual ha dirigido a EASA, la agencia europea que tiene como principal objetivo la seguridad.
Basándose en los datos del sistema FSRMS, de medida de stress y fatiga de los controladores aéreos europeos, Victoria aporta la comparativa de la carga de trabajo de los 186 servicios máximos estipulados en Reino Unido, los 176 servicios máximos recomendado por EUROCONTROL, y el turno básico de 198 servicios erróneamente aplicado por falta de rigor al interpretar la norma en España.
Esta «mal interpretada e implementada normativa» repercute gravemente en la seguridad, en tanto que puede dar lugar a la la toma de decisiones “inadecuadas o erróneas“ y cuyas repercusiones se observan en las numerosas denuncias por agotamiento y stress de controladores aéreos.
Según el computo que adaptaron las autoridades españolas, basado en el cálculo horario, y no por asistencias, se permite que un controlador español “pueda tener programados decenas de servicios adicionales” respecto al británico, un dato que tal y como data ABC, “ENAIRE ha superado de manera reiterada desde 2010”·
Otro aspecto en el que incide el diario sevillano, es en que paradójicamente, AESA, la agencia estatal de seguridad aérea española, por donde ha de pasar esta denuncia en primera estancia, está dirigida por la esposa del ex director de AENA. Dicho esto, las denuncias contra Juan Ignacio Lema en los casos en que en que puedan existir condiciones anómalas de trabajo, serán atendidas por su esposa, Montserrat Mestres, lo que podría traducir, tal y como sugiere ABC, AESA ignore los más de 420 informes de fatiga y estrés recibidos de los sistemas de gestión europeos FSRMS.