Ingredientes:
Chorizo blanco (preferentemente gallego)
Pepino blanco (preferentemente gallego)
Un buen fajo de billetes
Gasolina
Caldo de cloaca
Sal, cocaína (para el mal de alturas) y pimentela al gusto
El truco de la abuela: Hace tiempo se descubrió por casualidad que esta receta tradicional resulta más jugosa si el chorizo y el pepino están corruptos.
Vamos a cocinar el cohecho en una bandeja de horno. Se pone como primer paso un buen colchón de billetes en el fondo, si no, no se cocina bien. Luego se bañan los billetes en gasolina, o si se dispone de él, keroseno (otro truco de la abuela). Luego se pinchan el chorizo y el pepino y se ponen juntos sobre el colchón para que se hagan al mismo tiempo, de ahí lo de cohecho. Por último se riega con el caldo de cloaca y se salcocapimentela al gusto.
Hay gente que como alternativa a pinchar el chorizo y el pepino, los rajan, despellejan y descuartizan para que mezclen más el sabor, pero eso va en gustos. Incluso ha habido un restaurante de cocina creativa, El Testaferro (subvencionado adecuadamente), que los ha acribillado a balazos, los ha bombardeado desde un destructor e incluso ha disparado un misil aire-tierra desde un F18, pero posiblemente esto no esté al alcance de todo el mundo y además se corre el riesgo de un estado de alarma por un vulgar y mísero cohecho.
Como es un cohecho sencillo y muy jugoso se puede hacer a diario, con 15 minutos de horno a fuego medio se cocina de maravilla, es más que suficiente.
Y recordad el lema: “Si quieres un supremo cohecho… dinero, cloacas, sinvergüenzas y corrupción habrás de poner en el fogón”.
Espero que os guste, ya me contaréis.
No se porque será, pero me repite bastante y, el sabor de boca que te deja es bastante desagradable. Creo que para modificarle el sabor, que no mejorarlo, deberías añadir un poco de carne de faisán y además, te recomiendo amenizar la velada acompañado de una rubiacalva, que últimamente ponen mucho al personal. Si así todo no encuentras el ambiente adecuado, pídele a tu librero que te recomiende algún texto que sea gratificante y a la vez inspirador, como por ejemplo » 7 meses» de Luis Castellar. Un Spiquero.
No me gusta el bocata del INETO,CORRUTO.
Que se lo metan a PEPIÑO,por donde mas amargan los PEPINOS.