San Vicente y las Granadinas (SVG) se prepara para dar un salto significativo en la modernización de su sistema de gestión del tráfico aéreo, en respuesta al crecimiento anticipado en los viajes aéreos para el año 2024. El ministro de Turismo, Carlos James, anunció recientemente la intención del país de adoptar una innovadora medida, subrayando el compromiso de SVG con la mejora continua de la aviación civil.
Un paso hacia la modernización
«Tenemos la intención de implementar un moderno sistema de gestión del tráfico aéreo que comprenda un simulador de control de tráfico aéreo, vigilancia automática dependiente por difusión, ADS-B, y un sistema multilateral militar a varios niveles como un movimiento estratégico para revolucionar nuestros viajes aéreos dentro de la jurisdicción», afirmó James. «La integración de estos componentes avanzados significa nuestro compromiso de mejorar la aviación civil hacia una industria más segura y eficiente», agregó.
El ministro citó varios problemas, incluida la escasez de tripulación de aviones, nuevas restricciones regulatorias en algunos países que han dificultado el acceso al destino y la disponibilidad de vuelos más regulares desde los principales mercados fuente de SVG.
Desafíos y proyecciones
A pesar de estos obstáculos, el ministro afirmó que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo estima que el total de viajes superará los 4.000.000.000 para 2024. Actualmente, SVG recibe vuelos internacionales de los siguientes mercados fuente: Londres Heathrow, Virgin Atlantic, tres veces por semana, los lunes, miércoles y domingos. Miami International American Airlines tiene tres vuelos semanales los lunes, miércoles y sábados. Toronto Pearson International, Air Canada: hay cuatro vuelos por semana durante la temporada de invierno: los lunes, martes, jueves y viernes. Además, el Aeropuerto Internacional JFK de Nueva York, Caribbean Airlines vuela dos veces por semana, los miércoles y sábados.
El enfoque en la modernización del sistema de gestión del tráfico aéreo de SVG no solo apunta a resolver los desafíos actuales, sino también a preparar el terreno para un crecimiento sostenible en la industria de la aviación, asegurando que San Vicente y las Granadinas estén bien posicionadas para abordar las demandas futuras de los viajes aéreos.