Toda la cuestión de los controladores aéreos en el aspecto judicial, está manchada por tintes políticos e ideológicos y de interés económico. El mero hecho de que en España se sepa de antemano de qué pie ideológico cojea un juez o un fiscal, elimina de facto cualquier posibilidad de justicia, incluso aunque se respeten las formas externas, la parafernalia exterior.