Esta nueva agresión a los controladores aéreos –la enésima– hay que enmarcarla en dos ámbitos, el de poder y el económico. Y todo en un entorno de corrupción generalizada.
Desconozco por completo los detalles del asunto (al igual que el resto de la población que a estas alturas ya tendrá una opinión firme y “fundada”), así que me abstengo de dar una opinión. Lo que sí sé es que las empresas españolas, es decir, los empresarios españoles de las grandes empresas, son tóxicos, son unos desalmados, son unos sinvergüenzas, son unos explotadores, son mentirosos y son unos inútiles funcionales, así que sospecho que defender ni más ni menos que a una petrolera sería de estúpidos.
El Presidente de la Alianza de Abogados del Cierre de Spanair, Juan Ortiz Úrculo, ex Fiscal General del Estado y Socio de Cremades & Calvo-Sotelo y el Secretario General de la misma, Cándido Conde-Pumpido Varela,