Elon Musk ha emitido una directiva controvertida que afecta a los empleados federales, incluidos los controladores de tráfico aéreo, exigiendo que presenten informes semanales de sus logros o enfrenten la renuncia forzada. En un correo electrónico enviado el sábado por la Oficina de Gestión de Personal—ahora dominada por leales a Musk—se ordenó a los controladores y otros empleados federales enumerar cinco tareas que completaron la semana pasada y copiar a su gerente.
«La falta de respuesta se tomará como una renuncia», publicó Musk en X, aumentando las tensiones dentro de las principales agencias gubernamentales. La directiva plantea preocupaciones sobre la estabilidad operativa en el control del tráfico aéreo, un campo donde la escasez de personal puede tener serias implicaciones para la seguridad.
Este movimiento sigue al llamamiento del expresidente Trump para que Musk adopte una postura más agresiva en su papel de supervisión federal, enfatizando su compromiso de reformar las operaciones gubernamentales.