Por Controlator
En Peridista Digital se puede ver el artículo original que reproducimos a continuación:
Un supremo pasteleo.
Creo que habrá pocos a los que haya sorprendido esta sentencia de la Sala de lo Penal del tribunal Supremo sobre el socialista José Blanco imputado en la causa llamada «Campeón». Creo que habrá menos aún que se sientan estupefactos por la desfachatez de las reacciones, sobre todo las del PP en las que se dice «que esperan que esto le haya servido de aviso a Blanco». ¿Aviso de qué? Cuanto menos es inquietante la sospecha de que lo que se ha producido ha sido un pasteleo infecto entre PSOE y PP, en el que el resultado es la inmunidad de los encausados por la voluntad de unos jueces politizados, capaces de escribir Autos exculpatorios como el que han evacuado para dejar sin culpa a José Blanco.
La pregunta que debemos hacernos es a cambio de qué se ha llegado a esta sentencia. creo que no pasará mucho tiempo hasta que lo averigüemos. Por lo pronto, no deja de ser curiosa la composición de esa famosa Sala del TS. Tres jueces con un historial político destacado y afín al PSOE, lo que se llama «jueces progresistas», en contraposición a los «jueces conservadores». Y no seré yo quien diga que existe una relación de causa efecto entre la tendencia política de estos jueces y su muy discutible sentencia absolutoria en contra de los criterios de la Fiscalía y del juez Instructor, ya que eso sería acusarles de prevaricación.
La verdadera desgracia está en que en España se asuma como normal la politización y el mangoneo descarado de los partidos políticos, sobre todo PSOE y PP, en todas las Instituciones Judiciales, incluído el TS. Este sistema está corrompido desde la base y mientras no se cambie, nadie podrá confiar en la Justicia ni en la igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley, como garantiza la Constitución. La casta política corrupta y corruptora ha extendido su fetidez a todo el espectro de organismos e Instituciones y esta situación solo puede acabar deparasitando a la sociedad de esta plaga.
Y aún tenemos que aguantar la actitud arrogante del que ha salido impune y se libra de dar cuentas de sus actos, acusando a otros de una trama basada en «infundios». Todo porque unos jueces han sido incapaces de ver delito en actos que el sentido común y la propia Ley los califica como tal. Unos jueces que basan su argumentación en la «intensidad del empeño en la gestión» y no en el propio acto delictivo de la gestión en función del cargo y la situación de preeminencia jerárquica. Una sentencia que crea jurisprudencia y da vía libre a la injerencia política en actos administrativos a favor de conocidos, amigos o lobbys afines.
El único sentimiento que le queda a los ciudadanos es el de rabia e impotencia ante este infecto pasteleo. Es cada vez más evidente que se necesita un cambio urgente y radical en un sistema que ha fracasado por culpa de la ambición y la prepotencia de unos partidos políticos que han asaltado el poder y sometido a la ciudadanía. Una casta que cuenta con la colaboración de mercenarios en todas las Instituciones, formando una auténtica mafia que ejerce un control total y se sabe inmune e impune a todo. La única salida está en la regeneración total y la recuperación del control por la ciudadanía.
Ellos no se irán por propia iniciativa y harán todo lo posible por defenderse. Cuentan con medios económicos y fuerzas represoras para abortar cualquier intento de auparles del poder. Pero los ciudadanos tenemos la fuerza de los votos. Si queremos cambiar este estado de cosas, usemos nuestros votos y démosles una lección que nunca olviden.
De aquí a que votemos ya estaremos jodidos del todo
Nada. No asustarse, pues hay quien dice que esto es un estado democrático y que en democracia la justicia la imparten los jueces, que son los que saben de eso y para eso están ahí. Que las demás opiniones siempre son interesadas y según favorezcan o no nuestras preferencias. No quiero imaginar lo que habría ocurrido en este mismo caso y con este mismo personaje, si España hubiese tenido otro régimen no tan democrático como este. Seguramente en un régimen comunista habrían llegado hasta el final (de Siberia, él y el juez). Y en un régimen de autoridad pero del signo contrario, igual se pudrían en la cárcel, y no precisamente como presos políticos, sino como vulgares chorizos.
Pues ya sabemos, esto es lo que hay, y no caben más opiniones.
Estamos en un país de MIERDA.Sus políticos son una MIERDA.Sus jueces y fiscales son una MIERDA.Sus banqueros son una MIERDA.Sus dirigentes sindicales son una MIERDA etc,etc,etc,….pero no olvidemos que toda esta MIERDA nace de nuestra propia sociedad,lo que quiere decir que nuestra sociedad es una MIERDA y por tanto nosotros también somos culpables.
Pepiño,digan lo que digan tus amigos «PREVARICADORES»,tú eres un CHORIZO DE MIERDA,al igual que toda esa casta política y judicial que te han echado una mano para que no pises la cárcel que es donde deberías estar.
Pepiño en la calle.Los chorizos del PP implicados con el lío de Bárcenas,se quedarán en la calle.Los chorizos del PSOE,IU y sindicalistas implicados en los ERES,se quedarán en la calle.Los chorizos de CiU implicados en mil asuntos como los del Palau,se quedarán en la calle.Hasta Urdangarín y la Infanta se quedarán en la calle.Entiéndase por «calle»,sus mansiones y palacetes.Jueces y fiscales prevaricadores a la calle,banqueros ladrones a la calle.Etarras a la calle y los CONTROLADORES A CHIRONA.
¡¡¡QUE ASCO!!!.
Que asco me da.
Que asco me da.
Que ascazo me da!!! Arcadas. Mierdas.