SPICA, ante la posibilidad de un acuerdo entre controladores aéreos por un lado, y fiscalía y acusaciones particulares por otro, para cerrar la causa abierta por el cierre patronal de diciembre de 2010, quiere manifestar lo siguiente:
SPICA no se opone a un acuerdo por principio, pero lo importante es a qué tipo de acuerdo se llega. Entendemos que en cualquier negociación ambas partes tienen que ceder, pero como viene siendo habitual para los controladores aéreos españoles desde 2010, este acuerdo una vez más es una imposición unilateral en la que el colectivo queda absolutamente aplastado.
El acuerdo propone una declaración de culpabilidad exclusiva y unilateral de los controladores aéreos, además de pagar una cantidad de dinero muy superior a la establecida por la normativa europea para cancelaciones de vuelos. Además de esa cantidad a los pasajeros se propone un pago multimillonario a los abogados de las acusaciones.
En SPICA defendemos sin fisuras la inocencia de los controladores aéreos, por tanto nos oponemos frontalmente a una declaración de culpabilidad. Y por supuesto nos oponemos a pagar mucho más de lo establecido oficialmente ¿por qué una compañía aérea tiene que pagar una cantidad estipulada por una cancelación y un controlador aéreo tendría que pagar muchísimo más por lo mismo? Y en cuanto al pago a los abogados de las acusaciones nos parece un auténtico escándalo la cantidad astronómica de la que se habla, además de que no sean los representados por los abogados los que les paguen sus minutas. Es humillante que seamos los propios controladores -los acusados- los que nos bajemos los pantalones pagando a nuestros acusadores.
Desde que a finales de 2009 el infausto ministro José Blanco empezara una campaña orquestada de asesinato social en contra de los controladores aéreos, se nos acusó de tener un sueldo astronómico como si eso fuera un delito. Pero ahora nuestros acusadores, tanto pasajeros afectados por el cierre patronal de 2010, como sus abogados, quieren una cantidad astronómica de dinero, incurriendo en el mismo «delito» del que nos acusan a nosotros. La moralidad brilla por su ausencia.
Tanto la fiscalía, como la abogacía del estado, como las acusaciones, están ejerciendo una auténtica extorsión utilizando el miedo como arma: «si no aceptáis este acuerdo, ateneos a las consecuencias». ¿Dónde dejan a la justicia? Si las sanciones se pueden negociar si te sometes, si los expedientes laboral y administrativo (además del penal) se pueden negociar si te sometes ¿dónde queda la justicia? ¿dónde queda la verdad de lo que pasó esos nefastos días?
La verdad es que los controladores aéreos somos inocentes de los cargos de los que nos acusan, lo que ocurrió aquellos días de diciembre de 2010 fue un cierre patronal motivado por varias causas en las que no entramos aquí. A los controladores aéreos nos utilizaron para desviar la atención de esas otras causas y ahora quieren cerrarlo a su favor empleando el miedo, sin que se levante mucha polvareda.
Tampoco tenemos que olvidar que el artificial «conflicto» de los controladores aéreos ocurrió por el interés del gobierno de entonces para facilitar la privatización de AENA.
SPICA va a defender hasta el final la inocencia de los controladores aéreos y no va a ceder a las tácticas mafiosas que siguen empleando contra nosotros. Es nuestro deber como sindicato, nos debemos a nuestro colectivo.
Cien por cien de acuerdo. Animo y gracias por seguir luchando
El único acuerdo posible y aceptable será aquel que reconociese públicamente la verdad de lo que ocurrió y que AENA reconociese que fue ella exclusivamente quien cerró el espacio y creó aquel caos que sólo gracias a la Divina Providencia, se saldó sin muertos, ni entre los Controladores, ni entre los usuarios. Condición indispensable, la reposición con todos los honores y derechos del Controlador de Santiago despedido, declarando nulos cuantos juicios y condenas le sean de aplicación. Y que la empresa pidiera perdón a toda la nación por los daños causados, morales y materiales. Sólo así quedaría salvado el honor particular y colectivo de los Controladores. Estos conceptos deberían ser innegociables. A partir de ahí, se puede hablar de todo lo que quieran, pues planteado así, y a falta de más profundo conocimiento de los elementos de la empresa, puede parecer que es a ella a quien realmente le interesa el acuerdo para echar un tupido velo sobre la cuestión y salvar la cara, mientras para la historia vergonzosa de una época de gobierno nefasta, los Controladores quedarían como los únicos malos de este folletín. a quienes, encima, les perdonan la vida. Es mi modesta opinión, y vosotros sois lbres de dejaros engañar una vez más. Creo que esta es la hora de mostrar las cartas sobre la mesa, cuando el enemigo quiere parlamentar. ¿Es que no ha tenido tiempo de hacerlo en siete años?.
Perdón, amigos. Me sorprende que este modesto comentario aparezca como de autor «anónimo». Lo puse con mi nombre y apellidos. Rafael Hervías Garrido.
Publicado por Inconformista
Lamentablemente, amigo Rafael, vamos a negociar nuestra dignidad y nuestro honor, así lo ha decidido la mayoría del colectivo. Se nos está escapando una gran oportunidad de negociar, en una época de gran bonanza económica para la empresa. En seis años largos ni siquiera hemos emprendido ninguna acción sindical seria (recordemos que es un derecho de todo trabajador, no un privilegio). Es la empresa, parte acusadora y gobierno quienes van a salir beneficiados con nuestra autoinculpación. Eso sería hasta lógico desde el punto de vista de ellos; lo que ya no es tan lógico es que nosotros mismos se lo sirvamos en bandeja de plata para evitar «males mayores». La desinformación, la ignorancia o, sobre todo, el miedo nos evitan la lucidez. Os dejo aquí un enlace que creo que explica extremadamente bien por qué estamos tan paralizados:
https://www.youtube.com/watch?v=91q5Q-hpkrU
Lo siento. En mis tiempos, y hasta en las peores circunstancias, siempre estuvo fuera de discusión el honor y la dignidad de cada uno, incluso de alguno que no supiera el significado de estos vocablos, que de todo tenía que haber, y eso se nos respetó. Después llegó la época de tratar con políticos sin escrúpulos que si algo nos dieron fue, a decir de ellos mismos, prestado y para devolver con intereses de usura. Recuerdo las palabras de quien, rodeado de inútiles, que dijo: «A esos hijos de p. lo que quieran, que ya lo pagarán». Y claro, cuando un gobierno nefasto, de infausta memoria, formado por una banda, con el perfil idóneo para cualquier trabajo sucio y ya para entonces herido de muerte, tuvo en nosotros el chivo expiatorio en quien descargar su inutilidad, ignorancia y frustración. Y a partir de ahí, tras haber pegado fuerte aunque saltándose la Ley, todo ha sido muy fácil. En aquellos días teníamos que haber estado ahí unos cuantos de los históricos y habernos jugado, con la Ley en la mano; la propia vida como último servicio. Quizás otro gallo estaría cantando ahora. Si habéis sucumbido al miedo, cosa muy humana y no criticable, vosotros sabréis las razones. Pero en el esquema mental de mi época, la palabra miedo no existía.
Bien pero es un poco blando con semejantes tipejosprdro
Siendo inocente no hay que negociar nada.Decir la verdad de lo que vimos y oimos ese infausto dia protagonizado por delincuentes y honrados trabajadores.
Por qué no usar una huelga para esta causa? Si realmente es así, sería justo hacer una huelga para reclamar justicia sobre el 2010 y aprovechar la cobertura mediática.
Publicado por Inconformista.
Pues sencillamente porque eso no está en la hoja de ruta del sindicato mayoritario de controladores. Su prioridad ahora es firmar un Acuerdo de Conformidad mediante el cual los controladores acusados / imputados por los hechos de diciembre de 2010 van a declararse culpables de algo que no hicieron y, de esta forma, cerrar el proceso penal existente.
Hila, amigos. Ya no me atrevo a llamaros «mis niños» porque todos lleváis en la profesión un número de años más que suficiente para ser muy mayores de edad y muy veteranos. Ya no me atrevo a daros ningún consejo, porque conocéis el terreno que pisáis mejor que yo y que nadie ajeno a la profesión, y la perspectiva cambia con el tiempo y las circunstancias. Tampoco voy a opinar sobre la encrucijada en que todavía os encontráis una enorme proporción de vosotros en calidad de auténticos rehenes, pues como tales os están utilizando. Como digo, me reservo mi opinión. Sólo diré una frase, y para que nadie me pueda acusar de nada, no es mía sino de Calderón de la Barca, que lo resume todo. «…, PORQUE EL HONOR ES PATRIMONIO DEL ALMA, Y EL ALMA SILO ES DE DIOS». O sea, hay conceptos y valores fundamentales, derechos innatos, de la persona, que jamás están en venta ni son susceptibles de trato o negociación. El primero ya lo he dicho, el honor, y de la misma manera el sentido de la propia estimación y de la dignidad; todo esto por encima de todas las leyes y del deber de obediencia a los superiores. Nadie, ni directa ni implícitamente, puede disponer de eso salvo la propia persona. Lo diré de otra forma: «Llegado el caso, cuando las dos únicas opciones restantes son rendición o muerte, es preferible esta última antes que la deshonra».
Fuerte abrazo a todos/@s.
Publicado por Inconformista.
Estimado Rafael, ¡cuánta verdad en lo que dices! El sindicato mayoritario de los controladores aéreos, ha decidido, asesorado por sus juristas, que la defensa de los compañeros encausados (esos «rehenes» que tan bien le viene a la empresa) debe pasar obligatoriamente por la firma de un Acuerdo de Conformidad como mal menor, donde se reconocerá la culpabilidad por unos hechos de los que son inocentes. La otra alternativa, según ellos, es mucho peor. No «creen» en la justicia y dan de antemano por supuesto que cualquier intento de defensa de su inocencia es baldío. Alea iacta est.
Saludos afectuosos.
Pues esto, en boca de letrados que se supone conocen y tienen todos los recursos de la ley para aclarar y defender la verdad y la inocencia de sus defendidos, y que por ello cobran una buena minuta, suena monstruoso. Ahora, con todo perdido, más que nunca me remito a que es preferible mil veces la muerte que la deshonra. La más gloriosa historia de España está escrita con sangre de hombres de cuerpo entero que escribieron frases memorables de nuestra raza, como «Ya hablaremos de capitulación cuando estemos muertos» y «Mas vale honra sin barcos que barcos sin honra». Y así, una lista que sería interminable.
Líbreme Dios de pretender inducir a nadie a actos que solo él puede evaluar por sus posibles consecuencias personales y familiares. Pero aceptar la autoría de un crimen que cometieron otros es ser más rehén y poner la vida a disposición del otro para que te someta a un chantaje perpetuo.
Me temo que tendremos que seguir llorando hasta el fin de nuestros días.