Publicado por Inconformista.
El mannequin challenge consiste en permanecer inerte “en acción” cual maniquíes mientras se graba en vídeo con el objetivo de compartirlo en internet y/u otras redes sociales. Se trata, como no podía ser de otra forma, de una nueva tendencia anglosajona a la que ni siquiera nos preocupa buscarle una traducción al español, tan sencilla como “reto del maniquí”. Parece que los anglicismos son más chic, más trendy y más fashionable que nuestros ricos vocablos hispanos, con términos tan arraigados como fútbol, ciencia ficción, desde presente posición, y un largo etcétera, cuando tenemos equivalentes en nuestra lengua simples y convincentes; pero ya se sabe, la lengua es uso y contra eso no podemos luchar. De estos anglicismos podríamos hablar largo y tendido, hasta acostado, pero no es el objetivo de este escrito.
Volviendo al tema que nos ocupa y gracias a internet, a un mundo cada vez más globalizado, este fenómeno se ha extendido como la pólvora a la velocidad de la luz, lo que se conoce como viralizarse, fíjese usted.
Su repercusión ha ido en aumento en muy poco tiempo, fundamentalmente porque diferentes personalidades se han subido al carro. Estos retos se han dado entre deportistas de elite, cantantes archiconocidos, presentadores de prestigio, cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, en escenas pornográficas…
La instantaneidad al subir estos vídeos a la red hace posible que su difusión sea pública en el acto. Que se trate de algo pasajero, efímero o que vaya a perdurar solo lo dirá el tiempo. Lo que sí se puede decir aquí y ahora es que aporta condicionantes sociológicos: requiere de una exposición grupal, de un sentimiento de pertenencia al colectivo de turno, de un liderazgo en la sombra (o no) que los dirija y grabe, de prácticas y ensayos previos.
Efectivamente, sin preverlo ni remotamente, los verdaderos creadores de este fenómeno, gente pionera en petrificarse y quedarse paralizada en plena acción, congelados ante lo pasado y lo venidero, precursores involuntarios de esta moda en vísperas del sexto aniversario, no somos otros que los propios controladores aéreos, in my honest opinion. ¿Habrá traducción para esto?
Mejor vivir con humor que con humores.